Coincidiendo con la reciente reducción de hasta un 25% en el precio del aceite de oliva, anticipada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación debido a las expectativas de una buena cosecha de aceituna para 2025, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado los resultados de un análisis de 23 aceites de oliva virgen extra (AOVE) de gran consumo. Este análisis incluye una amplia gama de pruebas en laboratorio para evaluar la calidad del fruto, la acidez, la conservación y la autenticidad del aceite. Además, se ha realizado un análisis organoléptico para confirmar la categoría comercial «extra», tal como exige la legislación.
Los resultados de este año han sido positivos: por primera vez desde 2007, el análisis de OCU no ha detectado ningún incumplimiento de calidad entre los aceites de oliva virgen extra seleccionados. Esta es una buena noticia para los consumidores, que, junto con la bajada de precios, probablemente impulsará el consumo, que había disminuido un 24% el año pasado. Un dato interesante es que cinco de los diez aceites de oliva virgen extra de mayor calidad son de marca blanca, con un precio medio por litro 1,5 euros inferior al de las primeras marcas.
Encabezan la lista de los mejores aceites el AOVE de Oleoestepa, DOP Estepa, seguido por el AOVE Auchan Bio Ecológico de Alcampo y el AOVE Hacendado de Mercadona. Sus precios podrían ser aún más bajos debido a las recientes reducciones.
Sin embargo, la mayoría de los aceites presentan un etiquetado mejorable. La OCU señala la falta de información básica sobre la fecha de producción o embotellado, la variedad de aceituna utilizada, la información nutricional Nutriscore (que sería una B en todos los casos) y una forma de contacto con el envasador. Además, en una de cada cinco marcas, el lote y la fecha de consumo preferente son difíciles de leer, ya que están escritos con tinta negra sobre el plástico verde oscuro de la botella.