El Día Internacional de la Alimentación, que se celebra mañana, servirá este año para hacer un llamamiento para obtener una mejor producción, una mejor nutrición y un mejor medioambiente En este contexto, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), ha seleccionado cuatro grandes ejes por los que el formato del supermercado de proximidad contribuye a lograr el objetivo de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) de que los alimentos saludables lleguen a todas las personas.
Por un lado, proporcionan una estructura de distribución alimentaria eficiente con la capacidad de proporcionar muy cerca de las casas de los consumidores un surtido de alimentación completo, variado, seguro, sostenible y a precios competitivos.
Además, gracias a su localización, todo el territorio tiene un acceso igualitario a estas superficies. Los “desiertos alimentarios” son un problema en muchos países, tanto desarrollados como en vías de desarrollo, que impiden el acceso, especialmente a alimentos frescos, a millones de personas. En España, la gran mayoría de los ciudadanos tienen un supermercado donde encontrar todo tipo de productos, a menos de 15 minutos de sus casas, en una red comercial equiparable a las farmacias o los colegios.
Los supermercados de proximidad contribuyen a la reducción del desperdicio alimentario. Así, según datos de Eurostat, el índice de desperdicio en la distribución está en torno al cinco por ciento, muy por debajo del desperdicio en los hogares, la industria y la hostelería. Sin embargo, hemos de seguir reduciendo esta cifra con las políticas que se llevan hasta ahora de donación de alimentos y control del surtido.
Por último, los supermercados fomentan la economía circular en la cadena agroalimentaria para alcanzar la sostenibilidad, en un trabajo que debemos hacer todos los eslabones con el objetivo de que todas las materias primas que se utilizan en los procesos productivos y de comercialización se devuelvan al sistema y, el mínimo resto inevitable, sea convenientemente tratado para que no termine en el medioambiente.
“Los supermercados concentran en su propia esencia la misión de llevar una alimentación completa, saludable y a precios competitivos muy cerca de las casas de todos los ciudadanos. Trabajamos para seguir cumplimiento esta labor y hacerlo de la manera más sostenible social, económica y medioambientalmente, con proyectos muy avanzados en materia, por ejemplo, de economía circular y de freno al desperdicio alimentario”, apunta la responsable de Nutrición y Seguridad Alimentaria en Asedas, María Martínez-Herrera.