El presidente de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Alfonso Merry del Val, ha asegurado, durante la clausura de la Asamblea Anual de la asociación, que “debemos aspirar a un sistema fiscal moderno y competitivo, que sea homologable al resto de países del entorno”.
El presidente ha asegurado que aspiran a “un modelo que genere incentivos para la inversión, el empleo y el consumo. De lo contrario seguiremos avanzando hacia un infierno fiscal, que en el muy corto plazo consigue elevar la recaudación, pero absolutamente demoledor para nuestro futuro económico y social”.
Además, asegura que “la mayor parte de los países están reduciendo sus impuestos para salir de la crisis, mientras que en España la recaudación fiscal en relación con el PIB ha aumentado un 6,5% en el último año”.
Para acelerar la recuperación del sector, Merry del Val ha hecho hincapié en la flexibilidad del mercado laboral. “Pocas cuestiones suscitan tanto consenso entre analistas, instituciones económicas nacionales e internacionales como la necesidad de mantener la reforma laboral de 2012 y avanzar en la flexibilidad”.
“El mercado laboral precisa de reformas ambiciosas que miren al futuro, desde un amplio y constructivo acuerdo en la Mesa del diálogo social. Tenemos que resolver desequilibrios estructurales, como es la temporalidad, pero con un enfoque realista. En esta cuestión, es posible corregir posibles abusos, sin eliminar una figura contractual que resulta esencial para la eventualidad inherente en sectores como el Comercio. Si hay voluntad, estamos convencidos de que se pueden encontrar fórmulas que profundicen en la flexibilidad y ofrezcan garantías de seguridad para los trabajadores”, explica el presidente.
Digitalización
Una de las palancas de crecimiento del sector comercial será la digitalización, que ya absorbe un tercio de la inversión de las grandes empresas de la distribución. La digitalización está cambiando por completo el modelo de negocio de estas empresas e introduciendo altas dosis de eficiencia en cuestiones como la gestión de la cadena de proveedores, el análisis y predicción, la automatización de procesos, la logística, la organización de la tienda, la fidelización con nuestros clientes, los medios de pago y por supuesto está transformando el talento de las organizaciones.
Sin embargo, el presidente de Anged achaca al marco normativo existente la dificultad del sector a adaptarse a este entorno. “No podemos afrontar la transición digital con una pesada losa de regulación. Basta con leer el preámbulo de nuestra Ley de Comercio para ver que casi nada de lo que expone encaja ya con la realidad de nuestro mercado actual”, explica Merry del Val.
España sigue siendo el segundo país de la UE con más restricciones operativas al ejercicio del comercio, mientras que los consumidores ya adquieren el 51% de sus compras online en plataformas globales en otros países. Además, en el último año, el comercio electrónico ha crecido un 53%, llegando al 20% de la cuota de mercado en algunas categorías.
En este sentido, la ministra de Comercio, Reyes Maroto, que ha asistido también a la clausura de la asamblea anual de Anged, ha asegurado que “las empresas que se apoyaron en el canal online durante la pandemia soportaron mejor la crisis”.
Sostenibilidad
El otro gran vector de cambio para el sector es la sostenibilidad. “El ahorro y la eficiencia está en el ADN de nuestras empresas. Cada reducción en el uso de recursos y materias primas, electricidad, agua, tiempo o emisiones genera un impacto positivo en la cuenta de resultados”, asegura el directivo.
Por ello, desde Anged se asegura que las grandes empresas son “aliados imprescindibles” en la transición hacia una economía más sostenible, por su liderazgo y “efecto multiplicador”, que en el caso de Anged alcanza a más de 45.000 proveedores en España. Para Merry del Val es indispensable avanzar en este ámbito de forma coordinada, para evitar “normas estatales y autonómicas que se contradigan entre sí, penalizando la productividad y la unidad de mercado, con 17 fronteras medioambientales absurdas”.
El consumo responsable es otra gran línea de acción y que se plasma en la introducción de más de 26.000 referencias de productos responsables y 7.000 productos ecológicos en el mercado.