La demanda de proteínas por parte de los consumidores parece destinada a aumentar. El halo de salud que las redes sociales y la industria del fitness en general han creado en torno al consumo de proteínas para el crecimiento muscular está impulsando la demanda, junto con otros factores como la necesidad de energía y resistencia, así como el control del peso (1).
Dado que las proteínas son de interés para el 81% de los consumidores de todo el mundo (2) , se está produciendo un sutil cambio en la demanda. Aunque las proteínas animales siguen siendo dominantes, cada vez más consumidores están reforzando su consumo de proteínas con opciones de origen vegetal. Las cifras muestran que ahora el 63% de los consumidores están (muy) interesados en las proteínas vegetales (3) , siendo “saludable” y “natural” las principales características asociadas al término “de origen vegetal” (4).
En lo que respecta a las proteínas de origen vegetal, casi nueve de cada 10 consumidores de todo el mundo consideran ahora que las legumbres y las leguminosas son una fuente atractiva (5). Entre ellas, las habas destacan por su versatilidad agrícola y beneficios ambientales, ya que capturan nitrógeno atmosférico, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorando la fertilidad del suelo para cultivos posteriores.
En la industria alimentaria, los fabricantes pueden optar por aislados o concentrados para enriquecer sus productos con proteína vegetal. Los aislados superan el 80% de contenido proteico, pero requieren un procesamiento húmedo intensivo que encarece su coste. Por su parte, los concentrados, con un 60-80% de proteína, conservan fibra, almidones y micronutrientes, ofreciendo mayor funcionalidad en aplicaciones como productos horneados, salsas o sustitutos cárnicos, donde la textura es clave.
Un ejemplo es el concentrado de proteína de haba de BENEO, que combina un 60% mínimo de proteína con excelentes propiedades emulsionantes, espumantes y aglutinantes, además de ser un sustituto eficaz del huevo. Puede mezclarse con proteínas de cereales, como arroz, para completar el perfil de aminoácidos esenciales. Además, BENEO produce estos ingredientes mediante fraccionamiento en seco, evitando agua y productos químicos, reduciendo costes y huella de carbono frente a los aislados.
Este enfoque no solo mejora la relación coste-proteína para los fabricantes, sino que también refuerza la sostenibilidad del proceso. Ante el crecimiento poblacional y la limitación de recursos, soluciones como las habas son claves para asegurar el suministro proteico futuro. Su valor radica en combinar funcionalidad tecnológica, calidad nutricional y ventajas ambientales, respondiendo a la demanda de productos veganos, híbridos y enriquecidos con proteína vegetal de forma eficiente y responsable.
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