Los precios mundiales de las materias primas alimentarias dieron un salto significativo en marzo para alcanzar los niveles más altos de su historia, ya que la guerra en la región del Mar Negro extendió la conmoción a través de los mercados de granos básicos y aceites vegetales, según informó este viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Así, el índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó los 159,3 puntos en marzo, un 12,6% más que en febrero, cuando ya había alcanzado su nivel más alto desde su creación en 1990. El índice rastrea los cambios mensuales en los precios internacionales de una canasta de productos alimenticios comúnmente comercializados. El último nivel del índice fue un 33,6% más alto que en marzo de 2021.
En concreto, el índice de precios de los cereales de la FAO fue un 17,1% más alto en marzo que en febrero, impulsado por grandes aumentos en los precios del trigo y de todos los cereales secundarios, en gran parte como resultado de la guerra en Ucrania. La Federación de Rusia y Ucrania, juntas, representaron alrededor del 30% y el 20% de las exportaciones mundiales de trigo y maíz, respectivamente, durante los últimos tres años. Los precios mundiales del trigo se dispararon un 19,7% durante el mes, exacerbados por la preocupación por las condiciones de los cultivos en los Estados Unidos de América. Mientras tanto, los precios del maíz registraron un aumento intermensual del 19%, alcanzando un máximo histórico junto con los de la cebada y el sorgo. Las tendencias contrastantes entre los diversos orígenes y calidades mantuvieron el valor de marzo del índice de precios del arroz de la FAO con pocos cambios desde febrero y, por lo tanto, todavía un 10% por debajo del nivel del año anterior.
Por su parte, el índice de precios del aceite vegetal aumentó un 23,2%, impulsado por las cotizaciones más altas del aceite de semilla de girasol, del cual Ucrania es el principal exportador mundial. Los precios del aceite de palma, soya y colza también aumentaron notablemente como resultado de los precios más altos del aceite de semilla de girasol y el aumento de los precios del petróleo crudo, y los precios del aceite de soya se vieron respaldados aún más por las preocupaciones sobre la reducción de las exportaciones de América del Sur.
En cuanto al índice de precios del azúcar, aumentó un 6,7% desde febrero, revirtiendo las caídas recientes para alcanzar un nivel superior en más del 20% al de marzo de 2021. Los precios más altos del petróleo crudo fueron un factor determinante, junto con la apreciación de la moneda del real brasileño, mientras que las perspectivas de producción favorables en la India impidieron mayores aumentos mensuales de precios.
El índice de precios de la carne de la FAO aumentó un 4,8% en marzo para alcanzar un máximo histórico, impulsado por el aumento de los precios de la carne de cerdo relacionado con la escasez de cerdos para matanza en Europa occidental. Los precios internacionales de las aves de corral también se afirmaron al ritmo de la reducción de los suministros de los principales países exportadores tras los brotes de gripe aviar.
Por último, el índice de precios de los productos lácteos de la FAO aumentó un 2,6% y fue un 23,6% más alto que en marzo de 2021, ya que las cotizaciones de la mantequilla y la leche en polvo aumentaron abruptamente en medio de un aumento en la demanda de importación para entregas a corto y largo plazo, especialmente de los mercados asiáticos.