Coyuntura Negociaciones de la OMC: los agricultores no quieren ser sacrificados en nombre del libre comercio 24 julio 2008Los representantes de los agricultores del mundo entero han presentado al director general de la OMC, Pascal Lamy, una declaración conjunta en la que afirman su oposición a la propuesta actual aplicable a la agricultura, que sólo conviene a unos pocos grupos industriales exportadores y que llevará a un gran número de familias agrícolas a la ruina. Y sin embargo, estas familias agrícolas son los principales proveedores de productos alimenticios de las poblaciones locales.
Se celebra en Ginebra una cumbre de ministros en la que un grupo selecto de Estados miembros está renovando sus intentos de alcanzar un acuerdo en la Ronda de Doha de la OMC. Si las propuestas que se están negociando actualmente salen adelante, se sacrificarían a los agricultores del mundo entero, particularmente a los pequeños agricultores, en nombre del libre comercio. Y todo ello, a pesar de que está perfectamente claro que lejos de resolver la crisis alimentaria global, o los crecientes problemas ambientales, una mayor liberalización una y otra vez no hace más que exacerbarlos, poniendo en peligro, en el mundo entero, la existencia de las explotaciones familiares gestionadas de manera sostenible y que operan principalmente en sus mercados internos.
En una declaración conjunta, los dirigentes agrícolas de los países desarrollados, emergentes y en vías de desarrollo, entre ellos Suiza, la UE, Japón, Canadá, Sri Lanka y Kenia han dejado claro que los únicos países que se benefician de las propuestas que están negociándose sobre agricultura son unos cuantos grandes exportadores de productos agrícolas, como EE.UU., Brasil y Australia, a expensas de las pequeñas explotaciones, que son la espina dorsal de las comunidades rurales. En su declaración, los agricultores piden a la OMC que se respete el derecho de cada país a producir alimentos para su propia población. También piden que se tengan en consideración las preocupaciones nacionales específicas relativas a la seguridad alimentaria, el medio ambiente, el bienestar de los animales y las zonas rurales. La ministra española de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, defendió la necesidad de que se produzca una "contraprestación" por parte de los países emergentes -en el comercio de productos manufacturados- para lograr un acuerdo en la Ronda de Doha de la OMC."Por parte de los países desarrollados hay ofertas concretas encima de la mesa -en materia agraria- que podrán ser consideradas escasas por los otros países y que podrán ser mejoradas", apuntó Espinosa, quien sostuvo que en la Ronda tiene que existir "un equilibrio" en todas las materias que aborda.En este sentido, advirtió de que un rechazo "total y absoluto" de los mercados emergentes podría llevar al bloqueo de las negociaciones.