En el caso de la pasta para sopas, lo importante es que se mantenga el punto dentro del caldo y Gallo lo consigue a través del método exclusivo “seccado progresivo”, que permite un secado uniforme de la pasta para que absorba la cantidad justa de caldo.
Y es así como Gallo consigue que la pasta esté siempre al punto y que el resultado sea una sopa con mucha sustancia y sabor.
Aunque existe la tendencia a asociar la sopa a las épocas más frías del año, la realidad es que el 44% de la población consume este plato durante todo el año.
Las sopas son una opción ideal para comer de forma equilibrada y disfrutar de un plato fácil de preparar: además de las sales minerales y vitaminas que aportan las verduras y hortalizas con que se elabora el caldo, con la adición de pasta, se obtienen hidratos de carbono, que son base de la pirámide nutricional y fuente de energía. Si, además, llevan algo de verdura, pollo o jamón, el resultado puede ser un plato muy completo, que, acompañado de una macedonia, se convierte en una cena saciante y muy ligera.
Gallo emplea siempre la mejor sémola de trigo duro para elaborar sus pastas, pero el proceso de elaboración y secado es diferente para cada tipo.