La bodega de PradoRey en la Ribera del Duero (Real Sitio de Ventosilla) presenta la nueva añada de su PradoRey Crianza 2008. Este nuevo vino sustituye al anterior de la cosecha 2006, tras suspender la salida al mercado de su añada 2007 y la de sus Reservas por no cumplir con las cualidades que exigen estos caldos: más carnosos y con un tanino más longevo.
Una vez más, esta bodega de la Ribera del Duero demuestra su compromiso con la calidad y la esmerada elaboración de estos vinos, que no se elaboran en todas las añadas, sólo en aquellas excepcionales que demuestran su alto potencial y cualidades para su larga crianza en barrica y en botella.
ángel Luis Margüello, director técnico de PradoRey, considera que “la cosecha 2007 es muy buena al igual que la del 2008; sin embargo, no podemos engañarnos y si bien ambas han resultado excelentes para vinos jóvenes y robles, sólo la del 2008 reúne una calidad enológica y climatológica óptima para mantener el nivel de exigencia que tiene nuestra bodega en los vinos de alta gama. La cosecha del 2008 producirá vinos de Crianza austeros e inconfundibles, recordando a ciertos Riberas de antaño que, por mi parte, creo que se echaban de menos. Vinos para el disfrute del consumidor, con menos graduación alcohólica, en definitiva, más para beber y disfrutar que para catar”.
Para la elaboración de este vino se seleccionan las mejores uvas del Pago Valdelayegua. Con una altitud media de 815 m. produce uvas de gran color y estructura debido a la alta proporción de arcillas calcáreas, fruto de la sedimentación de partículas del río Gromejón.
La nueva cosecha 2008, tras permanecer 39 meses en barrica y botella, ha tenido que esperar un año más hasta su salida al mercado. Pero la espera ha merecido la pena y ya se puede disfrutar de este excelente vino, un clásico de la bodega. En su fase visual se caracteriza por su color rojo picota, con intensos matices azulones de capa intensa y brillante. De alta Intensidad en aromas, destaca el predominio de la fruta roja madura con sensaciones dulzonas aportadas de su paso por barrica. En boca resulta muy sabroso, con taninos redondos y su frescura sorprende al paladar para concluir con un asombroso final aterciopelado y frutal.