El importe que se logró de hipotecar los activos de Carcesa en el año 2008 fue destinado a gestionar operaciones de las diferentes empresas del Grupo, según asegura su consejero delegado, José María Ruiz-Mateos.
“Nueva Rumasa siempre ha tenido una caja única que genera flujos de tesorería entre todas las empresas para atender las distintas operaciones monetarias del Grupo, lo que ha permitido poder pagar sueldos en las fechas previstas, mantener el empleo e incluso incrementarlo, así como atender y dar ordenes de pagos y realizar adquisiciones”, añade Ruiz Mateos.
“Las empresas grandes, como es el caso de Nueva Rumasa, suelen tener una Tesorería única que aglutina el dinero de sus filiales y lo reparte en función de las necesidades puntuales de cada una y así lo hemos venido haciendo nosotros, al igual que lo hacen otros grupos empresariales”, concluye el comunicado de Nueva Rumasa.