En la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) ha presentado el Instituto Danone su “Guía de Alimentación para Personas Mayores”.
El libro trata de las necesidades nutricionales específicas de los ancianos y su relación con otras enfermedades crónicas propias de esta edad (osteoporosis, cáncer, hipertensión, enfermedades neurológicas…), interacciones de la alimentación con los medicamentos más frecuentes y las líneas a seguir para una alimentación y hábitos de vida saludable en la tercera edad. En él han participado 24 profesionales entre los más destacados geriatras, nutricionistas, endocrinólogos e internistas de España (8 de ellos del Instituto Danone).
Se trata de un tema que ha recibido una atención muy escasa en el sistema sanitario español, que sin embargo, debido a las tendencias poblacionales, atiende cada día a mayor número de ancianos. Por ello pretende ser una herramienta de trabajo que responda a las necesidades específicas de este colectivo en las situaciones tanto de salud y como de enfermedad, desde cómo valorar las necesidades nutricionales, hasta las orientaciones dietéticas para cada situación específica.
Durante la presentación, el profesor Serrano Ríos, presidente del Instituto Danone y jefe de Medicina Interna del hospital Clínico de San Carlos de Madrid, ha destacado la importancia de especializar la atención a los mayores en una sociedad que envejece. Por su parte, el profesor Ribera Casado, jefe de Geriatría del mismo hospital, recordó cómo con medidas sencillas, como la administración de calcio y vitamina D, se puede evitar la fragilidad de los huesos de los mayores y por consiguiente multitud de fracturas y lesiones.
Algunos de los datos que nos aporta esta nueva Guía en relación con la alimentación de los mayores son:
• La tercera parte de los mayores de 65 años se cae al menos una vez al año siendo la desnutrición un factor de riesgo de las caídas.
• La obesidad en la edad avanzada tiene características algo distintas a las de personas más jóvenes, con riesgos distintos y, en cierto modo, algún sentido protector.
• La incidencia de malnutrición en las personas mayores institucionalizadas u hospitalizadas es muy importante y por encima de la media.
• El consumo de agua en ancianos es “el más esencial de los alimentos”.
• Las interferencias entre nutrientes y fármacos constituyen un problema a tener en cuenta dado el consumo intensivo que hacen los mayores.
• En esta edad es muy importante mantener la densidad de la masa ósea. Un consumo excesivo de proteínas puede tener influencia negativa sobre ésta. La ingesta de calcio y vitamina D previene fracturas y aumenta la densidad ósea.
• Más del 40% de los mayores están afectados por sobrepeso, obesidad, hipertensión arterial, diabetes mellitas, hiperlipidemia e hiperuricemia.
• Las personas mayores solo aceptan modificar sus hábitos alimentarios si se les convence y negocia adaptándolos a su estilo de vida.
Se han editado 5000 ejemplares que se distribuirán directamente a los médicos en congresos, conferencias, etc. o bajo petición. Es gratuito.