El ritmo frenético de la vida diaria y la falta de tiempo hace que cada vez más el consumidor opte por la compra online de cualquier tipo de productos y el cliente que compra online quiere recibir su pedido de la manera más cómoda y rápida posible. Sin esperas, sin impedimentos, en mano y, por supuesto, recibirlo en perfectas condiciones.
“Esto supone un reto para cualquier empresario del comercio electrónico ya que hasta que el cliente no tiene el producto en sus manos, la venta no está finalizada. Y aquí es donde interviene un tercero, una empresa externa sobre la cual no tenemos control”, tal y como destaca EAE Business School, que añade que “en cualquier proceso de compra es fundamental la experiencia del cliente, pero en el caso de un ecommerce la fase de entrega cobra aún más relevancia, ya que si se cumplen sus expectativas tenemos una alta probabilidad de que vuelvan a comprar”.
Así, profundiza más en los factores que hay que tener en cuenta para llevar a cabo una buena estrategia logística en el negocio online y revela cuáles son las diez claves para una buena logística en el ecommerce:
Almacenamiento. Llevar siempre un buen orden, clasificación y control de stocks del almacén.
Gestión de pedido. Puede ser útil ayudarse con un programa que envíe directamente la orden de pedido al almacén en el momento en el que se produce y así poder gestionarlo a la mayor brevedad.
El embalaje. De éste depende, por ejemplo, que el producto no se estropee durante el trayecto. También puede ser un instrumento de marketing.
Tarifa de precios de envío. Punto clave que puede incluso ser determinante en la compra del cliente. Lograr precios competitivos y ofrecer tarifas reducidas o gratuitas por compras mínimas.
Tener en cuenta el tipo de producto a la hora de elegir un proveedor logístico. Hay productos que no requieren cuidados específicos, pero hay otros especiales que sí y tienen unas necesidades específicas de manejo: voluminosos, frágiles, frescos, etc.
Zonas de entrega. Asegurarnos de las zonas donde se compra nuestro producto para ofrecer entregas en ellas.
Trazabilidad del pedido. Que el cliente sepa en todo momento dónde y en qué estado se encuentra su pedido.
Puntos de recogida. Si es posible, ofrecer al cliente la alternativa de recoger su pedido en un punto seleccionado.
Seguro de transporte. Valorar la opción de ofrecerle seguro de transporte para asegurar el pedido.
Reembolso. Ofrecer al cliente la posibilidad de devolver el producto de la misma forma en que le fue entregado, sin generar costes extra.