Una de las principales consecuencias del crecimiento del ecommerce y del auge de las entregas en menos de 24 horas es su impacto medioambiental. Para el año 2050 España deberá reducir sus emisiones de dióxido de carbono entre un 80% y un 95% con respecto a 1990 y en este sentido el sector logístico representa una parte primordial de la ecuación, ya que el transporte ligero de mercancías, que supone el 24% del total, es una de las claves para conseguirlo.
En este sentido, según explica la inmobiliaria Knight Frank, la búsqueda de nuevas fórmulas que aúnen la inmediatez de la entrega y la reducción de la huella de carbono en la flota del sector logístico supone un desafío al que el sector ha respondido con diversas soluciones que se centran en cada uno de los puntos más señalados por las asociaciones ecologistas.
Una de las primeras medidas que ha tomado el sector ha sido la utilización de envases biodegradables en el packaging, abandonando el aparatoso embalaje de plástico existente hasta ahora. En la actualidad las grandes empresas de envíos trabajan con envases de cartón reciclado, reutilizables y cuidadosos con el ecosistema.
Otra de las medidas que se aplica actualmente es el uso creciente de flotas de vehículos conectadas para, mediante la geolocalización de los mensajeros a tiempo real, optimizar las rutas de entrega de paquetes, reduciendo gracias a esta tecnología los viajes en paquetería y, con ellos, la huella de carbono derivada de esta actividad.
También en este sentido resulta importante, destaca la inmobiliaria, la apuesta que desde el sector logístico se ha hecho por los “hubs” urbanos, centros logísticos más pequeños que los habituales en el sector, cuya característica principal es que se encuentran situados en el centro de las ciudades, lo que permiten acortar las distancias y minimizar de esta manera las emisiones de CO2 de la última milla.
En esta línea sobresalen los sistemas de multi-entrega, como la instalación de numerosos buzones de recogida en diversos puntos de la ciudad o el surgimiento de los parcelshops como herramienta de recogida cuya flexibilidad supone una solución a la medida de un consumidor cuyos ritmos de trabajo imposibilitan la conciliación con su vida privada.
Asimismo, dentro de una situación en la que el transporte de mercancías representa cerca del 20% de las emisiones de efecto invernadero, los fabricantes de vehículos se centran en lanzar al mercado diversas gamas de vehículos eléctricos ligeros e industriales que cubran las nuevas demandas en materia de reducción de emisiones, muy en línea con el Acuerdo de París contra el Cambio Climático y las tendencias en restricción del tráfico en el centro de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona.
“Con la implementación de todas estas medidas una nueva etapa se vislumbra en el sector logístico, en la cual la sostenibilidad y el medio ambiente tendrán una importancia capital. El potencial de un comercio electrónico sostenible en sintonía con las nuevas demandas de la sociedad será clave para el futuro del retail”, concluye Kinght Frank.