La tecnología es la base que puede permitir a la industria alimentaria innovar y transformarse para ofrecer al consumidor aquello que demanda. Además de esto, en estos momentos de disrupción, las empresas deberán ofrecer sus soluciones de una forma ágil y para conseguirlo es necesaria la colaboración ente startups y corporaciones.
Esta es la principal conclusión que se extrae de la jornada de transferencia de CNTA (Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria) celebrada el pasado jueves en las instalaciones de este centro tecnológico nacional y que llevaba por título “El poder del consumidor para transformar la industria alimentaria”.
Así, los participantes coincidieron “en el gran poder que está ejerciendo el consumidor para transformar esta industria” y destacaron las grandes tendencias a nivel global que mueven al consumidor en la alimentación: sostenibilidad y la necesidad de alimentar a la población global así como de buscar soluciones a los envases de plástico, porque el consumidor quiere que los productos sean más saludables, la relación entre alimentación y salud para garantizar vivir más y mejor y el convenience más extremo que aportará soluciones en forma de platos en lugar de ingredientes.
En este sentido, se apuntó que hay cosas a las que no se puede dar respuesta hoy con la tecnología existente y que por ello es preciso seguir avanzando. La ciencia y los centros tecnológicos tienen mucho que deci, explicaron.
Otro de los grandes temas que se trataron es la importancia de la agilidad con la que la industria es capaz de dar respuesta al consumidor. En concreto Iñigo Aberasturi de Ebro Food, hizo alusión al gran cambio de paradigma en la innovación. Hoy en día todo va muy rápido y las ideas surgen tanto de los usuarios como de las startups lo que hace que todo circule más rápido.
Así, los ponentes se mostraban de acuerdo en coincidir que la tecnología es la llave para conseguir dar respuesta a los retos que plantea el consumidor. Tanto es así, que en concreto, Marc Coloma de Foods For Tomorrow, se refirió a la tecnología como el motor de cambio en la humanidad.
También se destacó la necesidad de colaborar entre las distintas empresas para poder satisfacer al consumidor. Coloma lo calificó de “un nuevo paradigma: de una innovación cerrada y secreta a una innovación abierta en la que lo que importa es colaborar entre varios partners para conseguir llevar la innovación al mercado lo antes posible y crear una buena experiencia de usuario”.