Un informe revela por primera vez cuál es el consumo real de aceite de palma en la alimentación en España. La estimación lo sitúa en 3,32 kilogramos al año, unos 9,09 gramos/día por persona, teniendo en cuenta la proporción habitual utilizada y los tipos de productos en los que está presente.
Cabe destacar, además, que también hay un consumo de 0,45 kilogramos al año de aceite de palmiste, lo que supone 1,23 gramos/día por persona, tal y como revela el “Informe Económico del Aceite de Palma en España 2018”, elaborado por la consultora Arum y presentado por la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible.
Asimismo, en términos absolutos, en España hay un consumo anual de aceite de palma en alimentación de 154.814,42 toneladas de aceite de palma, y de 20.976,75 toneladas de aceite de palmiste.
Para llegar a este dato, el estudio, llevado a cabo por Arum para la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible, ha tenido en cuenta el comercio (importaciones y exportaciones) de aceite de palma, palmiste y sus derivados (estearina, oleína, etc.), las entregas intracomunitarias y el comercio exterior de productos que utilizan este ingrediente, como margarinas, chocolates, helados, bombones, galletas, bollería, etc.
Aumenta el aceite de palma certificado como sostenible
Otra de las principales conclusiones del informe económico se centra en el incremento del aceite de palma certificado como sostenible en alimentación. En 2016, el 23,7% del aceite de palma comercializado en España contaba con el certificado de la Roundtable on Sustainable Palm Oil, RSPO, denominado CSPO. Este porcentaje ascendió al 29,9% en 2017 y lleva ritmo del 43,7% en 2018.
En cuanto al aceite de palmiste, los porcentajes fueron 14,9% como CSPO en 2016, un porcentaje que se mantuvo estable en 2017 y que lleva camino de alcanzar el 18% este año. La razón por la que el palmiste va un poco más retrasado es porque la prima de sostenibilidad tiene un mayor coste que la de la palma.
Esto no significa que el resto de aceite de palma o de palmiste no sea sostenible. Lo que refleja es que no está certificado como tal. Hoy en día, todo el aceite de palma que se importa en España es trazable hasta la fábrica del país de origen en donde se ha producido, y aunque no venga con la certificación RSPO, en muchos casos las empresas vendedoras cuentan con políticas propias de ‘No deforestación’, ‘No siembra en humedales (peat-lands)’, ‘No explotación laboral’… En este sentido, existen otras entidades y ONGs como The Forest Trust (TFT) que controlan la trazabilidad de la materia prima.
Respecto a la sostenibilidad, hay que tener en cuenta que el 100% del aceite de palma utilizado en biocombustibles está certificado por el esquema ISCC aprobado por la UE a través de la Directiva de Energías Renovables.
Por otro lado, el informe recoge que cuando se analiza el total de importaciones y exportaciones de aceite de palma en España, según datos de Datacomex, se detecta que en 2017 se importaron más de 1,9 millones de toneladas, principalmente procedentes de Indonesia (el 72,2%), Malasia (12,2%) y Colombia (6,2%), que acumulan más del 90% del total. Este dato supone un incremento del 27,3% en volumen respecto a los datos de 2016, cuando se importaron algo menos de 1,5 millones de toneladas.
La principal aplicación del aceite de palma en España es industrial (biocombustible), donde se destinan 1,5 millones de toneladas, que equivalen al 83% del total de importaciones. La segunda aplicación es para la industria alimentaria, con 190.302 toneladas, es decir, el 10,3%. De esta cifra de uso alimentario, 169.325 toneladas se imputan al aceite de palma y el resto, 20.976 toneladas, al de palmiste. Por último, el uso de la industria oleo química y para alimentación animal es de 123.788 toneladas, el 6,7% restante.