La Unión Europea es el primer y más relevante mercado mundial para los productos del mar, con un consumo anual de 12,2 millones de toneladas y España es el país de la Unión Europea con una mayor cosecha de acuicultura, con cerca de 300.000 toneladas, seguido por el Reino Unido y Francia.
Así lo ha destacado Javier Ojeda, gerente de la Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (Apromar), en el seminario internacional de sostenibilidad organizado por el Consejo de Productos del Mar de Noruega, quien ha añadido que “mejillón, lubina, dorada y trucha arco iris son las principales especies que produce la acuicultura en España”.
Y es que, la apuesta por una economía basada en los recursos marítimos y oceánicos puede suponer unos ingresos económicos cercanos a los tres billones de dólares en 2030, según los datos aportados por los expertos que han participado en este encuentro, donde se ha destacado que hoy en día la producción pesquera mundial supera las 180 toneladas anuales y la acuicultura concentra casi el 50% de los productos pesqueros mundiales, lo que ha favorecido el crecimiento del suministro de pescado para el consumo humano y juega un papel fundamental en la lucha contra el hambre.
La mayoría de los principales países productores de acuicultura a nivel mundial registraron una tasa de crecimiento del PIB cercana al 5%, ya que los diez principales países productores de acuicultura en el mundo concentran más del 90% de la cantidad total producida, hasta alcanzar los 95,6 millones de toneladas.
"Aceptar el reto de sostenibilidad social, nutricional y medioambiental exige tener en cuenta la acuicultura como motor de desarrollo económico y participar en una actividad que crece cada año de forma sostenida”, señala Bjorn-Erik Stabell, director de Consejo de Productos de Mar de Noruega en España.
Las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) señalan que el principal aumento de la producción pesquera tendrá su origen en la acuicultura, alcanzando las 109 millones de toneladas en 2030 con un ritmo de crecimiento anual medio del 4 % hasta esa fecha. De la misma forma, se prevé que el porcentaje de especies cultivadas en la producción pesquera, un 47 % en la actualidad, supere el de las especies salvajes por primera vez en 2020 y aumente al 54 % en 2030.
El esfuerzo en I+D del sector de la acuicultura se centra en optimizar su eficiencia y productividad, el mantenimiento de la buena salud de los animales criados, la optimización de los piensos y de sus materias primas, mejoras en la gestión de las granjas. Tal y como señala el gerente de Apromar “la acuicultura no es un complemento de la pesca, sino su evolución natural, como la ganadería en su momento reemplazó a la caza. Es, además, la ganadería con mayor proyección de futuro, ya que tiene a su favor que el 70% de la superficie del planeta es agua”.
El uso de las nuevas tecnologías, como la robótica avanzada, la utilización del “internet de las cosas” (IOT), la interconexión de sensores y los sistemas de identificación automática, permiten que la pesca no solo sea más segura, precisa y previsible, sino también más sostenible y utilice los recursos de una manera más eficiente.