Detectar los puntos de fuga, gestionar el inventario de forma inteligente y controlar el entorno digital son algunas medidas para hacer frente a esta problemática, que supone un 0,82% de la facturación total de las empresas minoristas.
Y es que las épocas de gran afluencia en el comercio minorista, como las Navidades o los periodos de rebajas, concentran gran parte de las ventas, pero también de los hurtos que se producen a lo largo del año.
Múltiples estudios coinciden en señalar a la ropa, los complementos, el calzado y las joyas como los productos que presentan los mayores índices de pérdida: Por establecimientos, los supermercados y las tiendas especializadas son los más afectados. Sin embargo, cada vez es más común que el fraude se traslade al entorno digital, especialmente a través de los medios de pago, donde es más complicado descubrir los hurtos y localizar a los responsables.
Ante este panorama, las empresas de distribución tratan de diseñar estrategias y encontrar nuevas soluciones para evitar los graves perjuicios que provoca la pérdida desconocida. Prodware, multinacional experta en consultoría e implantación de soluciones empresariales para el sector retail, propone una serie de medidas para prevenir los hurtos durante el periodo de rebajas.
Así, en primer lugar, recomienda la detección de los puntos de fuga. Para ello, el primer paso es saber con exactitud dónde se produce la pérdida desconocida. Según AECOC, el hurto externo está a la cabeza (59% del total), seguido del interno (22%) y de los errores de gestión (19%). “Averiguar el origen de los comportamientos delictivos y los fallos permite actuar en el foco del problema para evitar que se produzca y mejorar la prevención”, señala Proadware.
También es importante llevar a cabo una gestión inteligente del inventario, es decir, controlar en todo momento las existencias. Para ello, integrar los diferentes sistemas informáticos (TPV, cajas de cobro, ERP, etc.) en una misma plataforma, utilizar tecnologías de identificación, como la RFID, y estrategias de análisis y cruce de datos permite obtener una visibilidad total de la mercancía a lo largo de la cadena de suministro.
Por último, la multinacional señala el control del entorno digital. Y es que, a medida que se incrementa el consumo en el comercio electrónico aumentan los fraudes en las pasarelas de pago. “Por eso es indispensable reforzar los sistemas de seguridad informática para detectar posibles amenazas y poner en marcha las medidas preventivas necesarias”, destaca.
Las tres medidas se basan en la recogida de los datos generados a lo largo de toda la cadena de suministro, desde los almacenes, al transporte y al punto de venta, y su tratamiento mediante técnicas de inteligencia artificial. “Estas estrategias demuestran su efectividad a la hora de analizar transacciones, detectar patrones de comportamiento extraños y seguir el movimiento de productos y efectivo, pasos clave para terminar con la pérdida desconocida”, concluye Proadware.