La Denominación de Origen Ribera del Duero cierra el año 2017 con cerca de 98 millones de contraetiquetas entregadas a las bodegas, lo que supone un 6,4% de crecimiento en las ventas respecto a 2016, cuando se alcanzó la cifra de 91,9 millones de contraetiquetas.
Estas cifras consolidan a la DO como “una inversión de éxito para sus consumidores y confirman el éxito del modelo de producción adoptado por sus bodegueros y viticultores, que apuestan por la calidad por delante de la cantidad”, destaca la entidad.
En términos de categorías de vino y durante estos últimos doce meses, Ribera del Duero ha presentado una evolución muy positiva de las referencias de tinto genérico, aquellas que identifican tanto a los tintos jóvenes y jóvenes roble como a vinos con tiempos de crianza no tradicionales (inferiores o superiores a los crianzas, reservas o grandes reservas), con un aumento de más de 6,1 millones de unidades (+9,7%).
Asimismo, la categoría de rosados obtuvo un crecimiento de 552.966 unidades, lo que supone un 37,4% más que el año anterior, siendo la que más evolución ha experimentado.
El dato de cierre anual de contraetiquetas entregadas en 2017 es una de las mejores cifras que ha obtenido Ribera del Duero hasta la fecha, tras superar el récord registrado en 2016 de 91,9 millones de unidades solicitadas por las bodegas de la Denominación de Origen.
Un factor clave de este crecimiento es el prestigio adquirido por la marca Ribera del Duero, que viene dado por la elaboración de unos vinos de excelente calidad, razón por la que los consumidor los consideran una inversión garantizada y que hace que año tras año el interés por el vino de la DO aumente de manera exponencial.