El 59,6% de los padres españoles afirma que las verduras no pueden faltar en sus cenas, seguidas de lácteos como queso y yogur (51,3%) y la fruta y el pescado, 47,9% y 36,2% respectivamente, según el estudio “Cenas en familia” elaborado por la consultora Toluna Analitycs para Bonduelle.
Esta cifra sugiera que los niños que cenan regularmente con sus padres siguen una dieta saludable y equilibrada, aunque lo cierto es que el 60% de los padres españoles reconoce costarles que sus hijos cenen verdura.
De hecho, casi un 40% procura incluirla en el menú de forma divertida para que se acostumbren, mientras que más de un 20% aduce falta de recursos e inspiración para hacerles cambiar de opinión.
A nivel general, la cena es el momento del día en el que padres e hijos comentan lo que han hecho durante el día. Así lo piensa el 57,9% de los españoles, frente al 22,3% que comparten mesa por tradición familiar. Por su parte, los españoles que no cenan en familia, habitualmente, aducen razones como la no coincidencia de horarios (56,8%) y la comodidad (20,45%).
En concreto, el 95,7% de los españoles cena habitualmente en familia. Están de acuerdo en que es el mejor momento para transmitir valores y enseñar buenos hábitos alimenticios a sus hijos. Los expertos coinciden en que sentarse a la mesa todos juntos conlleva una serie de beneficios. A este respecto, los españoles consideran que favorece el vínculo familiar (68,5%), mejora las habilidades comunicativas y sociales de todos los miembros de la familia (36,7%) y, además, es una manera de fomentar una alimentación saludable (30,65%).
Por otro lado, el estudio evidencia que los españoles no se ponen de acuerdo en la hora de la cena: casi el 47% lo hace entre las 20:00 horas y las 21:00 horas y casi un 50%, entre las 21:00 horas y las 22:00 horas. En cambio, durante el fin de semana los horarios se relajan un poco: más del 60% cena entre las 21:00 horas y las 22:00 horas.
Establecer hábitos
Cenar en familia ayuda a desarrollar una serie de hábitos y rutinas, asociados a este momento, en los niños. Lavarse las manos antes de cenar (casi un 75%) y ayudar a poner y quitar la mesa (un 65,4%) son las principales actividades que los niños relacionan con el momento de cenar. Le siguen lavarse los dientes después de cenar (63,6%) y reponer lo que haga falta en la mesa, como pan, agua o servilletas (25%).
Respecto al menú, aunque son la madre y el padre quienes participan más activamente en la elaboración del menú, 75,8% y 50,5% respectivamente, lo cierto es que cada vez los niños están más implicados en este proceso. Un 23,9% de los encuestados afirma que sus hijos participan en la preparación de la cena.
A la hora de preparar el menú la improvisación marca la pauta: un 34,3% reconoce que improvisa sobre la marcha por falta de tiempo y un 29,1% afirma preparar la cena en función de lo inspirados que estén ese día, frente al 20,6% que planifica las cenas semanalmente. Un 16% reconoce que le gusta darle un toque diferente a las cenas para no aburrirse con los platos de siempre.
En cuanto a cómo se organiza la cena en los hogares españoles, un 72% opta por un plato y un postre frente al 19% que se decanta por un primer plato ligero, un segundo más contundente y un postre. Tan solo una pequeña minoría (9%) cena de picoteo.
Por norma general, la mayoría de los padres españoles (76,6%) reconoce que sus hijos, en general, no presentan problemas a la hora de cenar y se muestra conformes con la elección de sus progenitores. Fundamentalmente porque comen de todo (63,4%) y porque saben que hay que comerse lo que se prepara cada noche (44,2%).