El clima afecta a las ventas de los comercios según un estudio del IESE. Así, los comercios podrían incrementar su facturación hasta un 2% si modificaran los precios en función de la meteorología.
Los investigadores Víctor Martínez de Albéniz y Abdel Belkaid han valorado el impacto de la temperatura y la lluvia en dos variables de venta al por menor: la afluencia (número de visitas a la tienda) y la conversión (probabilidad de que un visitante compre un producto).
La lluvia tiene un efecto opuesto en los grandes centros comerciales respecto a las pequeñas tiendas, ya que aumenta un 16% la asistencia a los primeros y reduce un 29% el tráfico en las segundas.
Además, en días de lluvia los consumidores son menos sensibles al precio. Modificando los precios ligeramente, los comercios pueden llegar a incrementar sus ventas un 0,5% respecto a la situación actual. Si a esto se añade una política de precios flexibles y se modifican al alza en días lluviosos, el aumento de la facturación puede alcanzar el 2%.
Debido a la naturaleza impredecible del clima, no tiene sentido que los minoristas cambien sus decisiones con una antelación de más de dos o tres días. Por tanto, lo más factible es jugar con la política de precios y no con otras decisiones logísticas más complejas, como el cambio de inventario.
Por otro lado, la temperatura es el principal motor de conversión, aumentando las ventas de la ropa de la temporada apropiada (por ejemplo, prendas de verano cuando suben las temperaturas).
Los autores llegaron a esta conclusión tras analizar 98 tiendas situadas en España, Alemania, Italia y Francia.