La Ibense Bornay, la empresa de helados más antigua de España, apuesta por un producto artesanal elaborado sobre una base de lácteos, a la que posteriormente se añaden diferentes ingredientes de primera calidad (frutas de temporada, cacao, chocolate, frutos secos tostados en obrador, azúcar o huevos) y se deja madurar para mantener los valores nutricionales, el sabor y la textura.
En este proceso se utilizan únicamente estabilizadores y aromas naturales. Asimismo, no se emplean colorantes azoicos, ni organismos modificados genéticamente. De esta manera, los helados de La Ibense Bornay son una importante fuente de proteínas lácteas (entre dos y tres gramos) con un elevado valor nutricional, riqueza en aminoácidos esenciales y fácil digestibilidad.
Además contienen hidratos de carbono y calcio, por lo que son recomendables tanto para niños, como para personas mayores. Estos beneficios aumentan especialmente, en el caso de las frutas heladas, pues cada fruto, se limpia y vacía y, con su interior (zumo, pulpa y, en algunos casos, hasta la piel), se elabora el helado, lo que permite mantener intactas las vitaminas, minerales y nutrientes.
El contenido de materia grasa es considerablemente inferior a otros, tan sólo un 8%, que se reduce a un 5% en el caso de la variedades sin azúcar. Y es que, aproximadamente, 100 gramos de helado de La Ibense no superan las 200 calorías, prácticamente lo mismo que un huevo. Para las personas que vigilan su dieta, diabéticos, sufren problemas digestivos o galactosémicos, existen variedades sin azúcar y sin lactosa.
Por su perfil nutritivo, los helados de La Ibense Bornay pueden consumirse en cualquier época del año, existiendo variedades enfocadas tanto al verano, como al invierno.