Los españoles son grandes consumidores de pasta, con un consumo per cápita de 4,9 kilogramos. No obstante, todavía están muy lejos de los italianos (28 kilogramos, lo que equivale a 70 gramos diarios).
Los españoles consumen pasta por lo menos una vez a la semana (28%), aunque una amplia mayoría (41%) asegura que lo cocina dos veces por semana e, incluso, un 22% afirma que tres veces por semana, según un estudio elaborado por Pastificio Garofalo.
El chef italiano Gianni Pinto explica que en España el tomate y el queso siguen siendo la estrella de las salsas (40%), seguida de la bolognesa (28,5%) y la carbonara (18,7%). Sin embargo, en Italia la pasta se combina con cualquier ingrediente o método de elaboración. “Puede ser con una salsa sencilla, con una elaborada, fresca, seca, al horno, en sopa, con legumbres…”, afirma el chef afincado en España.
Aunque existen más de 120 formas de pasta diferentes, los españoles seguimos mayoritariamente apostando por el spaghetti y el macarrón (90,5%) y el macarrón (92%). “Con una tradición de más de 200 años en la fabricación de pasta, Garofalo cuenta con 120 cortes diferentes con unas características de espesor, de superficie en contacto con la salsa y de diámetro, que hacen que la salsa interactúe de forma distinta. Por eso cuando hablamos de pasta no podemos dejar de hablar de la salsa que la acompaña”, explica Gianni Pinto.
La pasta larga (spaghetti, linguini, capellini o fusilli lunghi) y la pasta corta (penne liscie o rigate, rigatoni, elicoidali, radiatori o fusilli) proporcionan un amplio abanico de posibilidades gastronómicas que tiene en común un sencillo pero estricto método de elaboración.