La Denominación de Origen La Mancha confirma su progresión ascendente en la comercialización de vinos embotellados, consiguiendo en 2014 rebasar los 63 millones de botellas, lo que supone un 15% más que en 2013, si bien hay que tener en cuenta que este fue el único año de la década en el que hubo un descenso significativo con respecto al año anterior.
No obstante, en términos generales el dato se puede considerar como muy positivo, ya que con respecto a la media del último lustro, la cifra de ventas de botellas en 2014 supondría un incremento de un 8,3%.
En cuanto a las exportaciones, Alemania continúa siendo el mercado más fiel e importante para los vinos con Denominación de Origen La Mancha, según los datos de exportación del pasado año 2014. De hecho, las ventas al país germano se han incrementado en un 13 %, pasando de las 5.673.012 a las 6.532.188 botellas. Un aumento que viene a compensar en parte la práctica desaparición del embotellado en destino (granel), cuyas cifras en volumen eran importantes en el caso de los países de Centro Europa.
La medida de reducción del granel con DO La Mancha probablemente no podrá ser completamente compensada hasta pasados unos años, pero se ha fijado desde la Interprofesión para incrementar el valor añadido en las bodegas de la Zona de Producción La Mancha que apuestan por el embotellado con Denominación de Origen y reforzar el rigor en el control de calidad de nuestros vinos.
Si en el 2013, fueron 20.568.096 las unidades destinadas al mercado exterior; para este 2014, la cifra si bien se ha reducido su volumen en un 3,7 % hasta las 19.828.356 botellas, lo cierto es que las bodegas manchegas mantienen el crecimiento de las botellas con más valor añadido. Además, teniendo en cuenta que ha habido un aumento global del 15 %, tal y como se ha indicado al principio, esto indica que se ha tenido un fuerte incremento en el mercado interno, lo que es una gran noticia teniendo en cuenta los bajos datos de consumo de vino por habitante existentes en nuestro país, siendo un motivo de esperanza si supone un ansiado cambio de tendencia en la ingesta de vino tan anhelado por el sector vitivinícola español, uno de los más potentes del mundo.