Henkel se ha marcado unos objetivos ambiciosos hasta 2016, donde pretende alcanzar los 20.000 millones de euros en ventas, 10.000 millones de euros generados en los mercados emergentes y un incremento del beneficio por acción del 10%.
Estos son los objetivos presentados en una nueva sesión de Matins ESADE con el presidente de Henkel Ibérica, Rodolfo Schornberg, y patrocinada por Ernst & Young con la colaboración de La Vanguardia.
Una visión y valores corporativos, así como unos pilares estratégicos para alcanzar los objetivos marcados, son las claves por las que la compañía ha apostado para tener éxito a largo plazo y pasar de ser una multinacional a una empresa global. Henkel facturó en 2013, 16.355 millones de euros con un beneficio de 2.516 millones de euros, donde el 43% de las ventas provienen de mercados emergentes y el 57% se generan con las 10 primeras marcas. Rodolfo Schornberg ha señalado que “el mayor desafío empresarial no es marcar la estrategia sino implementarla. Y añade “el rol de los países ha cambiado en estos últimos años y lideran la implementación local de la estrategia definida a nivel global?.
La ambición de Henkel es “ser líder global en marcas y tecnologías y para conseguirlo los valores son su guía bajo los que fomenta la actuación diaria: Clientes, Personas, Resultado Financiero, Sostenibilidad y Familia”. Schornberg ha comentado que “nuestra ambición como compañía es poder ofrecer el mismo servicio a cualquier cliente independientemente del país en el que se encuentre”.
Siempre pilotado por un equipo humano de alto rendimiento y diverso bajo la premisa de “alcanzar más con menos para que la empresa sea líder teniendo un equilibrio entre lo económico, ecológico y social. Henkel crea más valor para los clientes y consumidores, en las comunidades donde opera, reduciendo la huella medioambiental. Henkel continua siendo una empresa familiar que según Schornberg “nos aporta estabilidad y viabilidad a largo plazo. Nos encontramos en la quinta o sexta generación de la familia y cumplimos 138 años de recorrido empresarial”.
Henkel ha definido cuatro pilares estratégicos para conseguir alcanzar sus objetivos: Outperform, Globalize, Simplify e Inspire. La compañía pretende aumentar sus ventas con un crecimiento orgánico y también derivado de adquisiciones. En los mercados maduros, como el español, el objetivo pasa también por crecer más que los propios mercados. Schornberg ha destacado que “los objetivos no se modifican a pesar de las incertidumbres, se cambia el camino para alcanzarlos. Henkel Ibérica alcanzó una facturación en 2013 de 488,4 millones de euros, emplea a 1.000 personas y posee además de su centro productivo en Montornés del Vallés, que produce detergentes y adhesivos para más de 25 países, cuatro centros de competencia de I+D en adhesivos en España.
En 2016, se espera que la compañía alcance los objetivos ambiciosos que se ha marcado y su presidente asegura que “Henkel será una empresa más global, más diversa, más rentable y mejor compañía”.