Las personas mayores están consideradas como consumidores tradicionales pero cada vez son más los mayores que tienen una alta aceptación hacia nuevos alimentos. Eso sí, exigen que las nuevas propuestas se asemejen o evoquen a los productos y sabores tradicionales y que, al mismo tiempo, sean saludables, presenten un perfil nutricional adecuado para su edad y que sean sabrosas.
Este público es cada vez mayor en la sociedad, lo que hace que afloren grandes necesidades no cubiertas y en aumento. De ahí que el gran reto que se abre sea el diseño y desarrollo de productos específicos para cubrir estas carencias identificadas y que lleguen al público objetivo pero de una forma sutil y con mensajes optimistas.
Con el fin de conseguir nuevos alimentos adaptados a las necesidades de la población de más de 65 años, AZTI –en colaboración con el grupo de sociólogos de ADIMEN y con el apoyo de cocineros del equipo de I+D AZTI y Mugaritz– trabajan en el desarrollo de varios prototipos de alimentos. La investigación se está extendiendo igualmente a la búsqueda de nuevos alimentos destinados a las personas de entre 40 y 50 años (lo que se denomina pre-senior y young senior).
Uno de los aspectos clave en la búsqueda de nuevos alimentos es que el momento de comer se convierta en un momento de placer. Los técnicos y cocineros del equipo de I+D AZTI-Mugaritz buscan combinaciones de aromas, sabores y texturas que evoquen recuerdos placenteros ligados a la comida. Se trata en definitiva de relacionar la comida con momentos de felicidad.
Los resultados, fruto de la interacción entre metodologías de las ciencias sensoriales y del consumidor junto con otras más clásicas de comportamiento sociológico, han evidenciado que el 50% de los senior consultados tiene una alta aceptación hacia nuevos alimentos.