La partida de frutas y verduras es la segunda en gasto en la cesta de la compra de los españoles, después de los productos cárnicos, lo que supone el 11,5% del total, superando los 8.000 millones de euros en 2013.
Es de las pocas categorías cuyo consumo ha crecido durante la crisis. De hecho, la patata o la naranja se han comportado como valor refugio para afrontar las estrecheces económicas y poder llenar la despensa de una manera saludable, asegura un estudio de la consultora Nielsen.
Ddesde el inicio de la crisis hasta 2013, frutas y verduras incrementaron en medio punto porcentual su peso en la compra de los españoles. Incluso durante el pasado año estos productos se convirtieron en los únicos de la categoría de frescos que aumentaron sus ventas; un 5,8% la verdura y un 4,6% la fruta.
España tradicionalmente está a la cabeza de Europa en el consumo de frescos -y especialmente de fruta y verdura- debido al clima y a la gastronomía. Así, un 67% de los españoles las consume a diario y un 64% hace la compra de estos productos entre dos o tres veces por semana.
La gran distribución se ha dado cuenta de su carácter estratégico para fidelizar al consumidor y apuesta por desarrollar líneas de venta especializada para poder crecer, ya que en la alimentación envasada les queda poco margen de desarrollo.
Roberto Butragueño, experto de Distribución de Nielsen, asegura que “se ha producido un trasvase de venta del producto fresco desde el canal especialista a hipermercados y supermercados. En la actualidad un 40% de fruta y verdura se compra en tiendas tradicionales, mientras que el 60% restante se hace en el libreservicio. Las razones de esta apuesta de los grandes distribuidores por los productos frescos como fruta y verdura reside en que fideliza a los consumidores, ya que genera una mayor frecuencia de visitas al establecimiento”.