Distribución La Vaguada repasa los últimos 25 años de la alimentación en España 27 octubre 2008 A través de una exposición que recorre los grandes cambios y avances de la alimentación desde 1983, momento en que se da el gran salto gastronómico en nuestro país y que coincide con la apertura del primer centro comercial de Madrid, La Vaguada repasa el último cuarto de siglo de la alimentación en España.
Esta exposición se inauguró el pasado viernes y permanecerá en La Vaguada para disfrute de todos sus visitantes hasta el próximo 22 de noviembre.
La Vaguada ofrecerá también talleres gastronómicos en vivo impartidos por los chefs Darío Barrio, Juan Pedro de Felipe y Mario Sandoval.
La Vaguada ha contado para ello con la reconocida periodista gastronómica María Jesús Gil de Antuñano, en calidad de comisaria de la exposición y autora del informe que sirve como base a la misma.
En estos 25 años la cocina familiar ha evolucionado notablemente. No sólo a través de recetas y productos, sino también de los pequeños electrodomésticos, que comienzan a proliferar. En estos años se populariza el gran congelador familiar y aparece el microondas. Y esto coincide con que el tiempo dedicado por las familias a la cocina, se acorta, llegando a menos de una hora diaria en la actualidad.
El carro de la compra también ha cambiado. Y no sólo el carro. En estos 25 últimos años, los lugares tradicionales de compra de alimentos también han evolucionado. Acostumbrados a las tiendas de ?ultramarinos?, con su olor a especias, a bacalao y café mezclados, aparece ahora en esos años el ?supermercado? con el ?sírvase usted mismo?, agrupando ultramarinos, frutería, panadería, bodega e incluso productos de limpieza.
Tras el éxito del ?super?, llega el ?hiper?, con un concepto de grandes espacios de alimentación, que incluyen otros productos como perfumería, libros, discos, papelería, muebles, electrodomésticos y en la actualidad, hasta viajes y seguros. Un dato significativo: el número de referencias de una tienda de ultramarinos podía ser de unos 700 antes de los años ochenta y ha ido aumentando progresivamente hasta llegar a unas 35.000 que hay en la actualidad. Hay total disponibilidad de alimentos nacionales y surgen los alimentos de distinta procedencia.
También el comprador se va volviendo más exigente.
Durante estos años ha desaparecido completamente la venta a granel (al peso) y los productos de matanza no controlados. El envasado de todos los alimentos, excepto de carne y pescado, es obligatorio y en la etiqueta se deben consignar los ingredientes, peso neto y fecha de caducidad.
En esos años aumenta la zona de congelados en el super y en el hiper: sus arcones se llenan de platos preparados industrialmente, listos para calentar y servir. También se transforma paulatinamente la zona de alimentos semi-preparados de fábrica no perecederos hasta llegar a guisos más sofisticados preparados como la paella, la fideuá o los sofritos preparados.
Hoy, en 2.008, tenemos una gran variedad de lácteos ?bios? y yogures de todos los gustos, postres de leche y mousses en tarrina; conservas de legumbres cocidas al natural, de verduras, de pescado, de foie gras y patés; ahumados en sobre y toda clase de caprichos nacionales e importados; sobres de embutidos; salchichas al vacío; platos preparados industrialmente para rematar en casa y platos preparados congelados para calentar y comer. Y se compran diversas clases de pan.
Los alimentos contundentes son sustituidos por los ?light? (sin cafeína, sin grasa, sin aditivos, sin colorantes, menos graduación en los vinos)…, los alimentos funcionales, los alimentos nutracéuticos y, como última generación, aparecen en el carro de la compra los alimentos reforzados con vitaminas, hierro, omega3 y omega 6.