Puig, sexto grupo mundial en su sector y cuyos productos llegan a 140 países, pretende alcanzar el 12% de cuota global y situarse en el top 3 mundial en 2020, según ha manifestado su presidente, Marc Puig, en ESADE Madrid.
Esto significaría, en su opinión, pasar de la sexta posición mundial con una cuota de mercado del 8,6% actual al 12%, y situarse entre los tres primeros grupos en 2020 dentro del sector. Puig es una empresa constructora de marcas."Mantendremos este modelo híbrido (de fragancias y moda), con marcas propias y licenciadas", en el panorama de 2020, señaló Marc Puig.
Estos objetivos estratégicos se complementan con algunos aspectos sustanciales en la gestión de una empresa familiar como Puig, con visión y presencia internacional. Marc Puig, presidente desde hace 10 años, pertenece a la tercera generación familiar. En 2004, la situación del grupo no era fácil puesto que tenía un porfolio de productos amplio y disperso ("porfolio complejo", lo calificó Puig); un proceso de compras reciente que había generado endeudamiento. En esos 10 años se ha pasado de contar con un 3,7% de cuota de mercado global a duplicarla. Puig tiene algunos protocolos de funcionamiento que tratan de equilibrar el peso de la familia dentro de la empresa. En concreto, Puig establece que en su Consejo, tiene que disponer siempre de más miembros no familiares, que familiares. Y un segundo aspecto es que el Comité de Nombramientos y Retribuciones está formado por personas no pertenecientes a la familia Puig. También señaló Puig que ningún miembro de la cuarta generación familiar trabajará en la compañía, aunque lógicamente pertenecerán al Consejo o diferentes organismos de la misma.
En la presentación de las nuevas sesiones del Ciclo ESADE-Deloitte, el profesor Xavier Mendoza explicó el entorno internacional en el que tienen que moverse las empresas familiares. Y advirtió que los procesos de internacionalización "deben realizarse para fortalecer la empresa, no sólo tienen el objetivo de ganar tamaño, lo que puede ser un error". También participaron en el debate, Fernando Ruíz, presidente de Deloitte; y Pedro Navarro, vicepresidente ejecutivo del Patronato de la Fundación ESADE.