El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha impuesto una fianza de 1.200 millones de euros a diez directivos de Pescanova y seis sociedades, entre ellos su ex presidente M.F.S., quien tendrá que hacer frente a una fianza de 178,8 millones de euros en concepto de responsabilidad civil. Otros de los directivos son el consejero A.P.A. y J.A.P, para quienes el juez ha fijado una fianza 125 y 54,7 millones de euros, respectivamente. El magistrado ha impuesto también fianzas de 69,4 millones a otros directivos.
Por su parte, la sociedad Pescanova S.A. tendrá que entregar en el Juzgado una suma de 54,8 millones mientras que Inverpesca S.A, Sociedad Gallega de Importación de Carbones S.A, Sociedad Anónima de Desarrollo y Control, ISS Holding Limited y Inverlema S.L deberán depositar 69,4 millones de euros cada una.
El juez concede un plazo de 10 días a los directivos y sociedades afectadas para que hagan efectiva la fianza y advierte de que en caso contrario se procederá al embargo de sus bienes
Las fianzas impuestas se han fijado teniendo en cuenta el número de querellas y denuncias dirigidas contra cada uno de los directivos y sociedades. Esta suma servirá para garantizar las eventuales responsabilidades derivadas de la causa, en la que se investiga el falseamiento de cuentas de la compañía que condujo a varios inversores a la compra de acciones.
Está previsto que los imputados prestarán declaración ante el magistrado los próximos 16 y 17 de octubre.
F.S y los demás directivos de Pescanova están imputados en la Audiencia Nacional por haber presuntamente falseado las cuentas de la entidad para ocultar sus dificultades económicas y poder atraer así a los inversores. Se les atribuyen delitos de falseamiento de información económica-financiera, falseamiento de cuentas anuales, uso de información relevante, estafa y falsedad en documento mercantil.
El juez, además de por ocultar la quiebra de la empresa, acusa entre otros a F.S y a P.A. de haber vendido sus acciones antes de anunciar públicamente el pasado 28 de febrero los problemas financieros de Pescanova, que tuvo finalmente que recurrir al concurso de acreedores. Estas prácticas acarrearon cuantiosas pérdidas económicas a centenares de accionistas.