Tras dos meses estable, el índice de la FAO para los precios de los alimentos aumentó ligeramente en septiembre de 2012, con un alza del 1,4%, equivalente a 3 puntos respecto a su nivel de agosto.
El índice, basado en los precios de una canasta de alimentos básicos objeto del comercio internacional, subió a 216 puntos en septiembre, desde los 213 puntos en agosto. El alza refleja el fortalecimiento de los precios de productos lácteos y de la carne y los aumentos más contenidos de los cereales. Los precios de azúcar y aceites, por otro lado, se redujeron.
El índice de precios de la FAO se encuentra actualmente 22 puntos por debajo de su pico de 238 puntos en febrero de 2011 y 9 puntos por debajo de su nivel de 225 puntos de hace un año, en septiembre de 2011.
El índice de la FAO para los precios de cereales tuvo un promedio de 263 puntos en septiembre, un 1% más que en agosto, ya que las ganancias en el trigo y el arroz compensaron un descenso en el maíz. Mientras que la reducción de la disponibilidad de maíz para la exportación y sus altos precios han marcado la tendencia en los mercados de cereales en los últimos meses, la escasez de suministros de trigo ha pasado también a ser preocupante. Sin embargo, los precios internacionales del trigo cayeron hacia la segunda mitad del mes, tras el anuncio de la Federación de Rusia de que no impondrá restricciones a las exportaciones.
El índice de la FAO para los precios de carne se situó en 175 puntos en septiembre, un 2,1% -4 puntos-, más con respecto a agosto. Los precios de los sectores porcino y avícola -con un consumo intensivo de cereales- registraron aumentos particularmente fuertes, del 6 por ciento y el 2 por ciento respectivamente.
El índice de la FAO para los precios de los productos lácteos promedió 188 puntos en septiembre, un 7% -12 puntos-, por encima que en agosto, lo que supone el mayor aumento mensual desde enero de 2011. La totalidad de los cinco productos lácteos analizados registró un alza de los precios. La demanda mundial de productos lácteos se mantiene firme, combinada con los costos crecientes de los piensos, lo que está apuntalando los precios a nivel mundial.
Mientras tanto, las últimas previsiones de la FAO confirman un descenso de la producción mundial de cereales de este año en relación al récord registrado en 2011. Sin embargo, se esperan cosechas récord en los países de bajos ingresos y déficit de alimentos (PBIDA).