El subdirector general de Calidad Diferenciada y Agricultura Ecológica del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Clemente Mata, ha valorado la importancia de las figuras de calidad diferenciada “que se erigen como un elemento clave en las políticas de desarrollo y la sostenibilidad de los tejidos rurales”.
Ha sido durante la celebración del 25 aniversario de la Denominación de Origen Protegido (DOP) queso Idiazábal, que se celebra en San Sebastián.
En este sentido Clemente Mata ha explicado como la comercialización de productos que deben su especificidad al medio geográfico en el que se producen, puede resultar muy beneficiosa para el mundo rural, “especialmente para las zonas menos favorecidas y más apartadas, al poder contribuir a la mejora de la renta de los agricultores y al asentamiento de la población rural, favoreciendo la sostenibilidad social y medioambiental en esas zonas”.
El subdirector general ha destacado el incremento constatado en los últimos años en la demanda de este tipo de productos con características propias de calidad y producidos en un ámbito geográfico determinado bajo el amparo de una D.O.P. o una Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) y ha recordado que en la actualidad España cuenta con 323 DOP e IGP reconocidas o en fase de estudio comunitario, de las cuales 28 son quesos.
“El interés por estos productos ha traspasado las fronteras, y hoy son muchos los productos agroalimentarios españoles de calidad diferenciada reconocidos como DOP o IGP, que son apreciados no solo a nivel comunitario sino a nivel mundial, erigiéndose como punta de lanza de nuestras exportaciones y portando nuestra imagen de prestigio, calidad y cultura en el exterior” ha añadido Clemente Mata.
Po ello el subdirector general ha resaltado que se sigue apostando decididamente, como se ha venido manifestando en los debates de la reforma de la política de calidad comunitaria, por el incremento de la coherencia y armonización de la normativa sobre indicaciones geográficas que afecta a los distintos productos, en particular vinos, bebidas espirituosas y productos agroalimentarios no vínicos, así como por el refuerzo de la defensa internacional de las indicaciones geográficas para evitar imitaciones, usurpaciones de nombre y competencia desleal en un marco global, teniendo en cuenta los acuerdos y negociaciones en el seno de la OMC.