Una nueva añada del Finca La Emperatriz Garnacha Cepas Viejas, esta vez la 2010, renueva la apuesta de la bodega de los hermanos Hernáiz por esta variedad minoritaria en la DOC Rioja.
En una de las parcelas más pobres y pedregosas de su finca de viñedo, la número 5 exactamente, crecen las viejas cepas de Garnacha con que se elabora el Finca La Emperatriz Garnacha Cepas Viejas, que acaba de salir al mercado en su nueva añada 2010.
Tras adquirir esta histórica finca de viñedo en los años 90, los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz decidieron mantener esas viejas cepas, contradiciendo así la tendencia a replantar con Tempranillo, variedad reina en la DOC Rioja. Apostaban así por recuperar la tradición de cultivo de una variedad que en los últimos decenios ha sido injustamente devaluada.
Años de trabajo y todo el conocimiento del enólogo David González han demostrado en La Emperatriz que la decisión no ha sido en balde. Este monovarietal se ha convertido en uno de los vinos de garnacha de referencia en la Rioja y cuenta ya con numerosos adeptos que reconocen su mérito. Pese al sitio que se ha hecho entre su clientela, Eduardo Hernáiz sigue apostando por limitar la producción a la calidad de la uva disponible.
La añada 2010 viene marcada en Finca La Emperatriz por las copiosas nevadas que cayeron en invierno y que proveyeron de reservas a las plantas. La escasez de lluvias y tormentas a lo largo de primavera y verano determinaron una vendimia sana, mientras que las temperaturas, que no alcanzaron cotas muy altas, favorecieron una maduración lenta. De ahí el potencial aromático de este FLE Garnacha Cepas Viejas 2010: perfumado y frutal, de gran personalidad, con fruta roja y las golosinas típicas de la variedad en zonas frías, sobre un fondo de violetas también característico de la variedad. Un vino que, en el marco de su complejidad, muestra claramente la mineralidad característica de la finca.