Unión de Uniones asegura que el problema que afronta la cadena alimentaria estriba en la concentración de empresas entre la industria y la distribución. En concreto, esta organización asegura que seis grandes grupos superan el 50 % del volumen de ventas.
Así, Mercadona, Carrefour, Día, Eroski, Lidl y Auchan suponen en total el 54,4% del volumen de ventas a nivel nacional. “Concentraciones de este calibre, según todos los análisis de las instituciones europeas que desembocaron en la Directiva (UE) 2019/633 contra Prácticas Desleales en la cadena alimentaria, ofrecen un nulo poder real de negociación en la cadena alimentaria por parte de los productores”, aseguran desde la organización.
“Si se baja a la realidad del campo” dicen desde la organización “la situación es aún peor, porque hay muchos territorios en los que, por ejemplo, sólo hay uno o dos grandes firmas a las que los ganaderos pueden venderle la leche o los agricultores la fruta o las uvas”.
En este sentido, la venta a pérdidas, que se usa como reclamo por la distribución, no ayuda para nada a un reparto más justo de los beneficios de la cadena alimentaria; pero prohibirla, sin poner coto a las prácticas abusivas y al reparto del sector de la alimentación –como si se hizo, sin ir más lejos, con la energía- no resolverá el problema y puede, por el contrario, agravarlo.
Unión de Uniones valora que el Ministerio acceda a hacer una revisión de la Ley de la Cadena Alimentaria, pero recuerda que ésta, para que de verdad funcione, ha de ser profunda al no solucionarse el problema impidiendo solo la venta a pérdidas.
“Existe una importante desconexión en la cadena que hay corregir. Como muestra de ello, en los años 2018 y 2019, los precios pagados a los agricultores y ganaderos solo subieron un 0,6%, mientras que los precios de la alimentación al consumidor aumentaron 4,7 veces más y los precios a la exportación 2,8 veces más”, explican desde Unión de Uniones.