La compañía fabricante de aceitunas y encurtidos Cándido Miró-Serpis ha abierto una nueva etapa en su casi centenaria travesía por la industria del gran consumo. Uno de los cambios que protagonizan el nuevo estilo es la nueva imagen de la marca, que llega para impulsar su carácter innovador y emprendedor.
Estas características han acompañado a la empresa desde sus inicios en la localidad alicantina de Alcoy en 1926, donde el fundador de la compañía, Cándido Miró, ingenió una máquina de relleno de aceitunas que le permitió ser la primera firma nacional en comercializar y popularizar las aceitunas rellenas de anchoa.
Cándido Miró-Serpis ha encomendado la actualización de la identidad visual y su traslación al packaging a la consultora de branding a la TSMGO | The show must go on, con el propósito de ganar atractivo, acompañar su reposicionamiento y transmitir su objetivo último: poner en valor las pequeñas cosas que merecen ser saboreadas.
Nuevo logotipo
En las modificaciones no se ha buscado un salto radical, sí una intervención sutil en la que todos los elementos formales contribuyan a activar el recuerdo de Serpis gracias al reconocimiento de sus principales assets: color, óvalo y formas.
El logotipo se muestra rotundo con una presencia sólida y contundente que transmite confianza, solvencia y garantía de calidad. Los trazos le dan dinamismo a la composición al tiempo que abrazan a la denominación Serpis, que está totalmente reformulada. Cambios sutiles e imperceptibles que, en conjunto, potencian su impacto.
La imagen de la marca es ahora más actual, limpia y distintiva, y permite transmitir sus principales valores: alegría, disfrute y vitalidad, así como su claim principal: ‘Saborea cada momento’.
En cuanto a las novedades en el diseño, el uso de pictogramas que evocan diferentes momentos de consumo de las aceitunas como la gastronomía, la cultura, vermut, playa, fiesta, sol, alegría, y que ponen en situación el producto. Los pictogramas reflejan un imaginario disfrutón alrededor de la marca Serpis y cada uno de ellos nos lleva a diferentes momentos de consumo.
Una manera de conseguir amplificar el universo visual de la marca es utilizar los iconos creados como un patrón modular. La identidad va ocupando los espacios en los que se dispone, mezclando estos iconos/módulos. Se trata de una manera de engramar todos los productos y tener una narrativa más pregnante visualmente.
Este nuevo elemento es perfectamente distinguible en todos los envases de Serpis, impresionado en las tapas de las latas, y en las etiquetas en los envases de cristal. La nueva imagen viste también todos los puntos de contacto de la marca, incluyendo la web y otros canales de comunicación.