Olis Bargalló, empresa distribuidora de aceite de oliva ubicada en el Polígono Industrial de Castellví de Rosanes (Barcelona), ha sufrido uno de los robos más importantes de la zona de los últimos tiempos. El pasado lunes de madrugada, supuestamente, los delincuentes lograron entrar en sus instalaciones y robaron alrededor de 10.000 litros de aceite de oliva, además de la caja fuerte. Las pérdidas, según ha calculado Francesc Bargalló, CEO de la empresa, ascienden a más de 70.000 euros.
“Los hechos sucedieron la noche del domingo al lunes 29 de enero. Los delincuentes lograron anular todos los sistemas de alarma y seguridad y accedieron supuestamente con un camión al recinto, donde lograron cargar varios palets de cajas de garrafas de aceite de oliva virgen extra de cinco y de dos litros, aceite de oliva suave de cinco y de dos litros, aceite gustoso de cinco litros, así como de botellas de 500 mililitros de AOVE arbequina y aceite de oliva virgen extra, en formato marasca (botella de vidrio verde). Asimismo, también accedieron a las oficinas, ubicadas en la planta superior del almacén, y se llevaron la caja fuerte”, ha explicado la firma en un comunicado.
Francesc Bargalló, cuarta generación al frente de esta firma centenaria, ya ha denunciado los hechos antes los Mossos d’Esquadra, sin embargo, también quiere alertar públicamente a sus clientes y distribuidores de la posible puesta a la venta de este producto sustraído. “Seguramente, los ladrones utilicen otras vías para colocar el producto en el mercado, ya sea en mercadillos, o vendiéndolo a restaurantes y bares fuera de lo que suele ser nuestro mercado habitual”, subraya Bargalló. El CEO de la empresa, además, pide la colaboración de todos para localizar este producto, y ayudar así a detener a los delincuentes.
De hecho, es la segunda vez en menos de un año que Olis Bargalló sufre un robo en sus instalaciones. El primero fue en abril de 2023, pero en aquella ocasión únicamente fueron pérdidas económicas, ya que los delincuentes no se llevaron ningún producto del almacén. “Esta vez, lo tenían todo muy planificado. Evidentemente son especialistas y sabían a lo que venían, dado el gran volumen de cajas de aceite que se han llevado, y sin que nadie se diera cuenta, ni se accionara la alarma”, asegura Francesc Bargalló.