El comercio minorista es uno de los sectores más afectados por la situación provocada por la pandemia del Covid-19, debido al confinamiento ya la consecuente bajada de consumo. Ahora, para recuperar una actividad normal, este sector tendrá que buscar nuevas fórmulas con las que ofrecen una experiencia más completa que nunca, y recuperar la confianza de los clientes, tal y como ha destacado Knight Frank.
A ello además ayudaría, como apuntan desde la consultora inmobiliaria, la creación de un sello de sanidad sanitaria. De hecho, desde Knight Frank “ya se está trabajando con varias empresas en esta dirección”.
En concreto, la compañía recuerda que, a 31 de marzo, las rentabilidades prime se habían mantenido estables (en el 5% en Madrid para centros comerciales y 5,5% en parques comerciales). Pero sin datos específicos desde el comienzo del estado de alarma, el sector se mantiene a la espera de la evolución en los próximos meses y apunta a que evidentemente se verán afectados por la caída de ingresos.
“En las últimas semanas, los propietarios han recibido una gran cantidad de solicitudes de descuentos en el alquiler y la renegociación de los contratos, sobre todo en centros comerciales. Por otra parte, muchos minoristas han suspendido sus aviones de expansión y, a corto plazo, aún más cautos ante cualquier nueva apertura”, señala Knight Frank.
Como explica Elaine Beachill, directora de Retail de esta consultora inmobiliaria, “para recuperar la confianza de los consumidores, resultará esencial contar con una estrategia de reapertura bien definida, que pueden tener un protocolo exhaustivo y un marketing creativo. Desde Knight Frank estamos recomendando a nuestros clientes estrategias para mantener a los inquilinos en la medida de lo posible con el fin de proteger el valor y la liquidez de sus activos de cara a la recuperación del mercado tanto de minoristas como de inversión en 2022″.
Hasta entonces, los propietarios de locales comerciales y los minoristas (algunos de los cuales ya tienen dificultades para adaptar sus modelos de negocio a la nueva era digital), tienen que cooperar estrechamente para superar el desafío que plantea la rápida transformación hacia la digitalización y las compras online, un negocio que se ha visto especialmente impulsado, destaca la consultora.
Y es que, a los efectos directos del confinamiento en la actividad, hay que tener en cuenta que en las últimas semanas el comportamiento de compra de los consumidores ha cambiado. Usuarios que antes no confiaban en la venta online, han apostado por este medio, en gran parte en el consumo de alimentación y bebidas. Un modo de ejemplo, el comercio electrónico de alimentación había aumentado el 15 de marzo a 54,1% respecto al volumen registrado un año antes; pero después de un mes de confinamiento, el 12 de abril, el incremento era de hasta el 84,3%. Estos datos contrastan con la evolución en el consumo en tienda, que tras un primer incremento del 79% al inicio de la pandemia (el 15 de marzo) ha registrado una variación mucho más moderada, de entorno al 10% (10,5% a 12 de abril) respecto a doce meses antes.
Al respecto de la situación del comercio minorista, Humphrey White, director gerente de Knight Frank, apunta, “creemos firmemente que la compra física no muere. Este sector ya venía reinventándose antes de la crisis, y esta situación será un efecto acelerador sobre tendencias que ya se veían. Las tiendas en el centro de las ciudades son perfectamente viables a futuro, las afluencias peatonales actúan de escaparate para aumentar también el tráfico a las páginas web de las marcas, mientras que las tiendas más grandes a veces actúan de almacén- ultimísima milla para distribución- y también como punto de venta. En lugar de una guerra entre comercio electrónico y tienda física, estamos en una época en la que el logístico, el clic y recoger, la tienda física, el parque de medianas y el centro comercial en la periferia con nuevas propuestas tienen que encontrar su sitio. Hay lugar para todos y todos pueden vivir en armonía y colaborar entre sí”.
Mercado de inversión en el primer trimestre de 2020
Tal y como recuerda Knight Frank, en el año 2019 ya se había registrado un fuerte descenso en el número de las operaciones de venta minorista y se previó un cierto ajuste en los precios para 2020. Antes de que se decretara el estado de alarma y se activaran las medidas de confinamiento, la inversión registrar un aumento respecto a los tres primeros meses de 2019. Así, según el análisis de la consultora inmobiliaria, el primer trimestre cerró con una inversión cercana a los 770 millones de euros, una cifra que supone un 280% más que durante el primer trimestre de 2019, y que está por encima del volumen total registrado entre enero y junio del pasado año.
«En esta cifra tiene un gran peso la actividad inversa en centros comerciales, nuestras operaciones aportaron más del 80% del total del trimestre, destacando especialmente el cierre de la venta de Intu Asturias (que vuelve a llamarse Parque Principal) por 290 millones de euros. En cuanto al número de transacciones, la inversión mayor en el período se dio en parques de medianas, como la venta por parte de Family Cash de siete hipermercados en Valencia y Murcia», señala la consultora inmobiliaria.