La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera que muchas familias aprovecharán las rebajas de verano para afrontar la compra pendiente de productos como vestido y calzado, ya que el 72% de las familias viven al día, es decir, sin capacidad de ahorro, una dificultad que se traslada a todos los ámbitos.
No obstante, la organización recuerda que en rebajas se reducen los precios, no los derechos: las garantías de un producto con descuento son las mismas que las de uno no rebajado.
Por ello, ofrece cinco consejos básicos: hacer listas de lo que se necesita; comprobar que junto al precio rebajado aparece el precio antiguo; preguntar si hay condiciones especiales; priorizar comercios adheridos al sistema arbitral de consumo ya que los problemas se resuelven de una manera más rápida y gratuita; y conservar siempre el tique o factura simplificada de la compra: es vital para poder reclamar posteriormente.