Nestlé España sigue avanzando en su compromiso de conseguir cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 con la puesta en marcha de la nueva caldera de biomasa de la factoría cántabra de chocolates, que utiliza la cascarilla de cacao para obtener energía.
Así, la caldera utiliza la cascarilla que se obtiene en el proceso de torrefacción del cacao como biocombustible para la producción de vapor, que se convertirá, a su vez, en fuente de energía para el propio proceso de tostado de esta materia prima. De esta manera, Nestlé fomenta la economía circular en sus procesos productivos.
La instalación reducirá en unas 2.100 toneladas las emisiones de CO2 que se producen anualmente en la factoría de La Penilla de Cayón (Cantabria) y generará unas 12.250 toneladas de vapor al año.
“La entrada en funcionamiento de esta nueva caldera de biomasa de alta eficiencia es un claro ejemplo de economía circular”, ha destacado Arnau Pi, responsable de Sostenibilidad de Nestlé España. “Además, esta instalación complementa otros procesos de generación de energía eficiente ya existentes en la fábrica”, ha señalado.
La entrada en funcionamiento de esta instalación se une a la caldera de biomasa que en 2020 la compañía puso en marcha en su factoría de café soluble en Gerona. También el centro de producción de café tostado de Nestlé en Reus cuenta con un parque solar fotovoltaico, mientras que la planta embotelladora de la compañía en Viladrau (Gerona) ha puesto en marcha recientemente un sistema de refrigeración sostenible que utiliza tanto refrigerantes naturales como las bajas temperaturas ambientales propias del Montseny, donde está ubicado el centro, para enfriar la factoría y sus procesos productivos.