La industria alimentaria se ha configurado durante los últimos años como elemento fundamental para la fijación de la población rural, y el sector de platos preparados no constituye una excepción, según ha revelado la Encuesta de Sostenibilidad 2022 realizada por la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre), que recoge que, de los 29 centros de producción de los quince integrantes de esta entidad entre los que se ha realizado la encuesta, 18 (62%) se encuentran en municipios ubicados en el entorno rural de Castilla y León, Galicia o Asturias.
Además de contribuir al desarrollo económico y social de la conocida como España Vaciada, el sector también ha desarrollado durante los últimos años una importante apuesta por el empleo senior y femenino. De acuerdo con Asefapre, un 34% de los empleados tiene entre 40 y 50 años, y un 28% más de 50, una edad a partir de la cual la tasa de empleabilidad tiende a ser más baja frente a la de aquellos perfiles más jóvenes.
“En Asefapre somos conscientes del importante papel que desempeña la industria alimentaria en el entorno rural, con el que estamos firmemente comprometidos. Nuestra actividad impulsa el desarrollo de nuevas infraestructuras y servicios, lo que contribuye a la dinamización local y beneficia, incluso, a otras empresas e industrias, mejorando el empleo de estas zonas, el bienestar social de sus habitantes y, por último, contribuyendo a la fijación de la población rural”, señala Álvaro Aguilar, secretario general de la asociación.
Asimismo, también cabe destacar la alta paridad con la que cuenta el sector: de los 5.625 empleos que genera Asefapre, 2.596 (46%) están ocupados por mujeres. En este compromiso con la diversidad, la mayoría de las empresas del sector cuenta con planes de igualdad, además de estrictos protocolos contra el acoso, según recoge la Encuesta de Sostenibilidad 2022, en la que también se aprecia que el 100% de las compañías cuenta con sistemas de gestión de riesgos laborales.