La campaña del Black Friday se ha convertido en un evento que cada vez tiene más importancia para el comercio electrónico por su tradicional impulso al consumo y por marcar el arranque de la temporada navideña. Las previsiones de Rocket Digital arrojan que los comercios españoles se juegan hasta un 40% de su facturación anual en el Black Friday 2024, un porcentaje que sube hasta el 60% para las marcas que se enfocan completamente hacia la venta online.
Este alto nivel de dependencia hacia el Black Friday convierte al cuarto trimestre en un período crítico para el comercio en España, especialmente para las marcas 100% digitales que, en muchos casos, concentran la mayor parte de sus ventas anuales en apenas unas semanas. Por ello, las estrategias de marketing y descuentos se han vuelto esenciales para captar la atención de un consumidor cada vez más selectivo y exigente.
En cuanto a los consumidores, Rocket Digital señala que, en un contexto más optimista que años anteriores, cada consumidor español tiene previsto desembolsar una media de 295 euros en la edición de 2024, un 18% más que en 2023. Y es que, con una inflación más controlada, los tipos de interés en descenso y un repunte en el Índice de Confianza del Consumidor, los españoles encaran las compras navideñas de este año con menos incertidumbre. Sin embargo, los hábitos de consumo han evolucionado significativamente desde que estalló la crisis de Ucrania: el consumidor español se muestra hoy más informado y previsor, prioriza la planificación y tiene una especial sensibilidad hacia los precios.
El trimestre de mayor consumo del año estará marcado por tres tendencias clave: sostenibilidad, precios y conveniencia, según las tendencias detectadas por Rocket Digital. La sostenibilidad gana terreno con la creciente demanda de artículos de segunda mano, reflejando un interés por opciones más responsables y asequibles. Al mismo tiempo, el ahorro se convierte en prioridad, con consumidores que optan cada vez más por productos de calidad a precios accesibles, incluidas las marcas blancas. La conveniencia también se perfila como un factor decisivo, y el coste del envío se consolida como un aspecto determinante en la elección final de compra.
“El Black Friday se ha convertido en un pilar fundamental para el comercio electrónico, no solo por su capacidad para activar el consumo, sino también por inaugurar la temporada navideña y concentrar una parte significativa de la facturación anual para muchas marcas», afirma Marta Sanchez, directora de Medios de Rocket Digital. “Este año, los españoles planean gastar una media de 295 euros, una cifra que supone un incremento del 18% respecto a 2023. Este crecimiento se debe a un contexto económico más optimista, por lo que las marcas deben aprovechar este escenario”, señala Sánchez.
En nuestro país, tanto el Black Friday como el Cyber Monday siguen siendo fechas marcadas para comprar tecnología, una categoría que representa más del 30% de las adquisiciones, especialmente de consolas y móviles inteligentes. En el resto de Europa, sin embargo, es la moda la que encabeza el gasto. Este año, además, la inteligencia artificial se perfila como una aliada clave y cada vez más consumidores creen que les puede ayudar a simplificar la búsqueda de productos y ayudar a tomar mejores decisiones de compra en la Peak Season.
“Para muchos consumidores, decidir qué comprar se ha vuelto un verdadero reto. Ahora, gracias a la inteligencia artificial, los compradores pueden ahorrar tiempo al comparar opciones y recibir sugerencias personalizadas. Este Black Friday promete marcar el inicio de una nueva era en la experiencia de compra, impulsada por la tecnología y adaptada a las necesidades de un consumidor más exigente”, añade Marta Sánchez.