La producción mundial de vino, excluidos zumos y mostos, en 2019 se estima en 260 millones de hectolitros, lo que representa una notable disminución de 35 millones de hectolitros, un 11,5% menos, con respecto al volumen excepcionalmente alto registrado en 2018, Según los últimos datos de la Organización Internacional del Vino (OIV), que señala que, en líneas generales, tras dos años consecutivos que pueden definirse como sumamente volátiles, en 2019 la producción de vino ha vuelto a sus niveles medios”.
En concreto, Italia (47,5 millones de hectolitros), Francia (42,1 millones de hectolitros), y España (33,5 millones de hectolitros), que juntos representan el 48% de la producción mundial de vino en 2019, experimentaron una importante reducción en su producción de vino con respecto a 2018. Todavía dentro de la UE, otros países que registraron una disminución en la producción con respecto a 2018 son Alemania (nueve millones de hectolitros, -12%), Rumanía (cinco millones de hectolitros, -4%), Austria (2,5 millones de hectolitros, -10%), Hungría (2,4 millones de hectolitros, -34%) y Grecia (1,9 millones de hectolitros, -8%). El único país de la UE que, en 2019, experimentó un incremento en su producción de vino es Portugal, con 6,7 millones de hectolitros (10% más respecto a 2018).
Por su parte, en Asia, los nuevos datos disponibles para China indican una producción de vino estimada de 8,3 millones de hectolitros en 2019, lo que representa una disminución del 10% con respecto al nivel de producción ya relativamente bajo de 2018.
Asimismo, en América del Norte, la producción de vino en EEUU se estima en 24,3 millones de hectolitros, una disminución del 2% comparada con 2018. Parece que la ligera disminución de 2019 no depende de las condiciones climáticas adversas o de los incendios incontenibles que tuvieron lugar en California en octubre (la vendimia se realizó justo antes), sino que es una reacción para contrarrestar una sobreoferta de uvas y vino, señala la OIV.
En cuanto a América del Sur, la tendencia general para la producción de vino en 2019 es negativa con respecto a 2018. Sin embargo, mientras que en Argentina (13 millones de hectolitros) y en Chile (12 millones de hectolitros) las producciones de vino de 2019 fueron inferiores con respecto a 2018, pero en líneas generales similares o incluso superiores a sus medias quinquenales. Brasil (dos millones de hectolitros) registró una notable reducción en su producción de vino en 2019 en más de un millón de hectolitros (-34% respecto a 2018).
En Sudáfrica, la producción de 2019 alcanzó los 9,7 millones de hectolitros. Esto representa un aumento del 3% con respecto al bajo volumen registrado en 2018, pero está lejos de los niveles de producción medios registrados antes del comienzo de la sequía que impactó notablemente en el país durante tres años seguidos (2016, 2017 y 2018).
Con respecto a Oceanía, la producción de vino de Australia registra una reducción por segundo año consecutivo, alcanzando los 12 millones de hectolitros en 2019 (-6% respecto a 2018). En Nueva Zelanda, la producción de vino fue de tres millones de hectolitros en 2019, una ligera disminución de un 1% con respecto a 2018.
Estabilización de la superficie del viñedo
En 2019, el tamaño del viñedo mundial, que corresponde a la superficie total de viñedo para todas las utilizaciones (vino, uvas de mesa y pasas), inclusive vides jóvenes aún no en producción, se estima en 7,4 millones de hectáreas. Comenzando con el hemisferio norte, se puede observar una estabilidad general en los viñedos de la Unión Europea (UE), que permanecen por quinto año consecutivo en 3,2 millones de hectáreas. Dentro de la UE, los últimos datos disponibles para 2019 indican un incremento en la superficie del viñedo en Francia (794.000 hectáreas), Italia (708.000 hectáreas), Portugal (195.000 hectáreas) y Bulgaria (67.000 hectáreas). La superficie del viñedo en España (966.000 hectáreas), Hungría (69.000 hectáreas) y Austria (48.000 hectáreas), por otro lado, disminuyeron ligeramente con respecto a 2018.
En Asia oriental, tras 10 años de significativa expansión, el crecimiento del viñedo de China (855.000 ha), segundo en el mundo en superficie, solo detrás de España, parece estar disminuyendo. En Estados Unidos, el viñedo se ha estado reduciendo sistemáticamente desde 2014, y su superficie estimada en 2019 es de 408.000 hectáreas.
En América del Sur, las evoluciones en la superficie de viñedo entre 2018 y 2019 mostraron una tendencia a la baja por cuarto año consecutivo. La única excepción en el continente la constituye Perú, que incrementó en 7.100 hectáreas (17% más respecto a 2018) su superficie de viñedo, alcanzando 48.000 hectáreas.
La superficie del viñedo de Sudáfrica permaneció estable con respecto a 2018, en 128.000 hectáreas. En Australia, la superficie de viñedo permaneció estable en 146.000 hectáreas en 2019, en Nueva Zelanda la superficie creció un 1,6% alcanzando un pico récord de 39.000 hectáreas.
Primeras estimaciones de la vendimia 2020 en el hemisferio sur
Según los datos de la OIV, las primeras estimaciones de producción de vino en el hemisferio sur indican una previsión de volúmenes bajos para 2020 en la mayoría de los países, con excepción de Sudáfrica y Uruguay. En concreto, Sudáfrica parece seguir una tendencia de recuperación desde la sequía y prevé un aumento del 5% con respecto al año pasado, alcanzando los 10,2 millones de hectolitros.
Impacto del Covid-19 en el sector del vino
“En esta fase inicial, la información y los datos estadísticos disponibles son insuficientes para proporcionar un pronóstico preciso y poder anticipar el escenario del sector vitivinícola en el futuro”, señala la OIV, que añade que, sin embargo, gracias al contacto permanente con los Estados miembros de la Organización, la OIV tiene cierta información cualitativa a su disposición.
Los comentarios recibidos por parte de los Estados miembros reflejan un cambio radical o un traspaso entre los canales de distribución. El balance general previsto es una disminución en el consumo, una reducción en los precios medios y, en consecuencia, una disminución general en el valor de los ingresos, los márgenes y, finalmente, las ganancias totales de las bodegas, explica.
“En lo concerniente a las exportaciones, las economías en recesión no son un mercado prometedor y, durante esta pandemia, los principales países consumidores han sido los más afectados. Los flujos comerciales pueden recuperarse junto con la economía, pero podrían generarse cambios permanentes”, concluye la OIV.