Las primeras estimaciones realizadas por La Unió de Llauradors indican una producción esperada para la próxima campaña del caqui de unas 280.000 toneladas, lo que significa un descenso de casi un 35% respecto a una producción normal media de las últimas campañas, fundamentalmente debido a las adversidades climatológicas (heladas) de los pasados meses.
Se trataría de una cosecha bastante corta, incluso más baja que la pasada que ya venía de una fuerte reducción sobre las anteriores. En alguna comarca productora como es la de la Vall d’Albaida el descenso podría ser del 50% sobre una campaña normal.
Varios son los motivos que han repercutido en este descenso tan acentuado de la producción de caqui en la Comunitat Valenciana. Las heladas que han provocado la caída de muchas flores y frutos es una de las principales, pero también el abandono, cada vez mayor, de campos en plena producción ante los bajos precios que perciben los agricultores. Según los últimos datos disponibles, la cantidad de planta reproducida de caqui el pasado año por los viveros homologados se ha reducido un 4% sobre el anterior, y si lo comparamos con 2015, la reducción es de casi el 80%.
Distintos operadores comerciales, ante esas previsiones de una cosecha muy inferior, intentan acelerar las compras de fruta en campo. Los primeros precios ofertados se sitúan en una media de entre 0,33/0,35 euros/kilogramo, solo un 14% superiores a los de la pasada campaña por estas mismas fechas.
Por ello, La Unió aconseja a los productores tener prudencia y no precipitarse a la hora de vender, “pues es todavía muy pronto y las cotizaciones ofertadas no se ajustan a la realidad de la campaña. Hay que esperar a que suban los precios ante la gran merma prevista y no vender apresuradamente”.