La llegada de la última variante del coronavirus, Ómicron, ha supuesto un paso atrás en un mercado que comenzaba a repuntar. No obstante, algunos sectores se han visto más perjudicados que otros. En el caso de la perfumería, ha finalizado el año con resultados positivos y buenas expectativas de cara a 2022.
El mercado de la perfumería está muy ligado a las relaciones sociales, tal y como explican desde Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética. De ahí que sus ventas dependan tan fuertemente de la evolución de la pandemia. Con un futuro más optimista por delante marcado por la bajada de la incidencia, ahora el sector espera experimentar un nuevo repunte.
Tal es así que se prevé un crecimiento de la categoría del perfume de casi un 30% con respecto a 2020, reivindicando su posición como uno de los regalos estrella de las pasadas Navidades. Una cifra que, pese a lo positivo, aún no es suficiente para compensar las caídas sufridas durante la pandemia, por lo que aún no puede hablarse de recuperación de los niveles pre-covid.
Por otro lado, desde el sector se percibe una mayor preocupación por los productos para el cuidado de la piel, por lo que las ventas de los productos dedicados a esta categoría aumentó durante los peores meses de la pandemia, y ya se sitúa la primera por volumen de negocio, bien bajo la modalidad de autotratamiento en casa o con el progresivo regreso a los centros de estética.
En su conjunto, esta categoría ya evoluciona con un incremento del 12% con respecto a 2020, destacando el cuidado del rostro, que creció un 14% durante los nueve primeros meses del año pasado.
Por su parte, la venta de labiales se ha visto lastrada por la llegada de las mascarillas. Por el contrario, el maquillaje para los ojos adoptó un mayor protagonismo, impulsando la categoría de cosmética de color.
La favorable evolución de todas las categorías se ve, además, reforzada con el comportamiento de las exportaciones. Las de perfumes se vieron incrementadas un 46% hasta septiembre, por un 34% de las de cosmética de color y un 15% de las de aceites esenciales. Presentes en más de 150 países, los productos cosméticos españoles han alcanzado una enorme reputación a nivel mundial gracias a su excelente relación calidad-precio y su avanzada tecnología.
A la espera de que se confirmen las cifras finales de 2021, las perspectivas de cierre de año son, como reconoce Val Díez, directora general de Stanpa, positivas. De ratificarse las proyecciones, al cierre de 2021 se habrán alcanzado los 8.100 millones de euros de consumo, lo que supondría un crecimiento del sector en su conjunto del 6,5%, próximo a niveles prepandemia.
Díez asegura que “el de la perfumería y la cosmética es, ante todo, un sector social y su evolución a lo largo de 2021 ha demostrado su capacidad de adaptarse a las circunstancias, pero también ha puesto de manifiesto un sentir general cada vez más patente que ansía recuperar sensaciones dormidas a pesar de las adversidades”.
Así, la ciudadanía ha encontrado en la perfumería y la cosmética un valor de bienestar seguro en plena crisis sanitaria y se ha valido de ella para mejorar su estado de ánimo y encontrar nuevas formas de expresión, aumentando su consumo al tiempo que la sociedad lograba salir paulatinamente de la pandemia.