La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) ha presentado un decálogo de medidas para garantizar la continuidad del sector en España, ante el contexto de incertidumbre actual, y se hace un llamamiento a la colaboración e implicación de los poderes públicos para que consideren estas propuestas.
De este modo, el director general de FeNIL, Luis Calabozo, asegura que “proponemos estas medidas para garantizar el futuro de la industria láctea española y su aportación a la nutrición saludable, la economía, el empleo y la fijación de la población a las áreas rurales. El principal reto que afronta el sector es asegurar el abastecimiento de nuestra materia prima, la leche de origen nacional”.
El sector lácteo, que factura 9.500 millones de euros al año y aporta un 1,3% al PIB español, “busca impulsar no sólo la actividad de la industria transformadora, sino de toda la cadena del sector, desde la granja a los hogares españoles”, asegura Calabozo.
Además, el director señala que la idea que persigue la industria es la de “proteger y garantizar el abastecimiento de un sector estratégico como es el lácteo”. De hecho, asegura que el sector se enfrenta a “la reducción de la producción de leche en las tres especies, así como al abandono de las granjas por causas distintas a la falta de rentabilidad”.
El presidente también ha reseñado las dificultades que existen para garantizar el relevo generacional, con limitaciones a los empresarios ganaderos, así como al incremento de las importaciones de productos ya elaborados.
“Está en juego todo el sector y, con él, su aportación a una dieta saludable y accesible, a la economía y el empleo, y a la fijación de la población en territorios rurales, donde, en muchos casos, la industria láctea es la única fuente de actividad y empleo industrial”, comenta el directivo.
“La sociedad debe saber que detrás de cada brik de leche, de cada queso o yogur en el lineal, hay un esfuerzo gigantesco de miles de ganaderos y de industrias, que recogen y transforman la leche cada día. Estamos afrontando un escenario de incertidumbre, que, sumado a una fuerte crisis de costes, amenaza al tejido productivo”, ha asegurado Calabozo.
Por ello, desde FeNIL se insta a los reguladores a activar una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad y viabilidad del sector lácteo español:
- Garantizar el volumen suficiente de producción y aprovisionamiento de leche cruda (materia prima), promoviendo aquellas medidas que estimulen las decisiones de inversión de empresarios ganaderos e industria transformadora.
- Asegurar un valor para los productos lácteos que permita garantizar una remuneración justa a todos los eslabones de la cadena: Crear valor para repartir valor.
- Promover el relevo generacional en el sector ganadero de leche, a través no sólo de la mejora de las condiciones de vida en el medio rural, sino también de la formación y la I+D+i.
- Poner en valor el aporte nutricional de los productos lácteos como alimentos esenciales necesarios para lograr una dieta saludable y competa, promocionando su consumo y combatiendo los falsos mitos que los estigmatizan.
- Crear las condiciones que garanticen el atractivo del medio rural en general, y del sector lácteo en particular. Para ello es necesario que la España rural cuente con infraestructuras suficientes en términos de transporte, conectividad, acceso a la atención sanitaria y a la educación.
- Priorizar las condiciones que aseguren la competitividad de todos los eslabones de la cadena, como condición necesaria para la supervivencia y desarrollo del tejido ganadero e industrial español frente a los competidores lácteos internacionales.
- Establecer criterios realistas sobre los distintos modelos de las granjas, favoreciendo su viabilidad a largo plazo, de acuerdo con la capacidad de retorno de las inversiones, la evidencia científica y los análisis de impacto.
- Aplicar el mejor tratamiento regulatorio y fiscal a los productos lácteos, como alimentos esenciales de primera necesidad para la población.
- Adaptar los perfiles nutricionales de la OMS a las tradiciones, hábitos alimentarios, necesidades y patrones de la dieta de cada país, reconociendo el valor nutricional de la leche y los productos lácteos.
- Armonizar y ajustar los criterios de las iniciativas regulatorias medioambientales europeas, estatales y autonómicas, especialmente en lo referente a envases y residuos, garantizando el equilibrio entre los objetivos perseguidos y el abastecimiento a costes asumibles por el ciudadano de estos alimentos esenciales.