Con motivo de la reciente aprobación del Real Decreto de envases y residuos de envases, la plataforma EsPlásticos ha señalado en un comunicado las dificultades que supone para esta industria alcanzar los objetivos propuestos.
Así, Luis Cediel, portavoz de esta patronal asegura que, en el Real Decreto de envases, “se han tenido en cuenta muchas de las propuestas de la industria y el propio sector ha conseguido objetivos de reutilización y contenido en reciclado en los que continuará trabajando, así como en cumplir las medidas propuestas para los próximos años”. Sin embargo, apunta que, “esta normativa aumentará la presión a un sector que ya de por sí se encuentra muy regulado y que necesita estabilidad y certidumbre para poder hacer las inversiones adecuadas, a lo que se suma además el nuevo impuesto que entrará en vigor el año que viene en España”.
Además, Cediel recuerda que España es el único país de la UE donde se va a aplicar un impuesto de estas características a partir del 1 de enero. “Desde EsPlásticos y desde otras organizaciones de la cadena de valor de la alimentación y el envase hemos pedido a la Administración retrasar su entrada en vigor 12 meses para no incrementar aún más los precios de los alimentos y dar tiempo a las empresas y a la propia Administración a prepararse adecuadamente para una correcta implantación”.
En concreto, EsPlástico señala que la prohibición de envases para frutas y verduras en negocios minoristas para cantidades inferiores a 1,5 kilogramos afectará, salvo contadas excepciones, a todo tipo de envasados y no solamente a los plásticos. El Dictamen del Consejo de Estado considera que debe evaluarse tanto su proporcionalidad como su viabilidad antes de que se haga efectiva esta obligación que afecta directamente al pequeño comercio. “Desde EsPlásticos consideramos que los envases de plástico para frutas y verduras cumplen una función de prevención higiénico-sanitaria y de seguridad alimentaria, trazabilidad y control que contribuyen a alargar la vida de los alimentos. Es necesaria una norma que indique cómo se podrán envasar estos productos para garantizar su higiene y salubridad en el momento de presentación y recogida por parte del consumidor final. En este sentido, la ley francesa antidesperdicios, única en la UE, acaba de ser anulada por el Consejo de Estado galo para que se pueda definir un nuevo listado de productos frescos diferentes a los propuestos y que realmente puedan venderse sin envasar”, explica.
En lo referente a los nuevos objetivos de reutilización, la organización considera que son “ambiciosos para el sector”, pero se deben considerar aspiracionales hasta que se establezcan a nivel europeo basándose en los datos de mercado disponibles. Con este planteamiento, el objetivo sería evitar el impacto económico negativo que exigiría un cambio en el modelo de negocio de las empresas (en su mayoría pymes) que podría comprometer su competitividad e incluso tener un efecto desincentivador para aquellas que invierten en reutilización. La proporción de envases comerciales e industriales reutilizables, respecto al total de envases en peso de cada una de estas categorías, deberá ser del 20% en 2030 y del 30% en 2035. EsPlásticos asegura al respecto que “continuará trabajando en estos objetivos para que puedan suponer el menor impacto económico para el sector”.
Respecto a los nuevos objetivos de reducción del 20% en el número de botellas de plástico de un solo uso para bebidas introducidas en el mercado en 2030 (respecto a niveles de 2022), “consideramos que puede haber dificultades en cumplirlos, y además la sustitución de estos envases por otros materiales alternativos puede generar un impacto mayor en huella de carbono de acuerdo a los estudios de ciclo de vida”.
En cuanto al reciclaje y contenido en reciclado, se reciclará un mínimo del 50% en peso de todos los residuos de envases de plástico en 2025 y un mínimo del 55% en 2030. Cada productor de producto tratará de que los envases de plástico no fabricados con plástico compostable que se pongan en el mercado, cumplan con determinados porcentajes de contenido de plástico reciclado hasta el año 2030 teniendo en cuenta la media de envases y familia de productos.
Y sobre la introducción dela Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para los envases industriales y comerciales destaca que “esto supone que todas las empresas que ponen en el mercado estos envases para transportar y vender sus productos, tendrán que financiar y gestionar los residuos de envases que se generen en las instalaciones de sus clientes. Para ayudar a cumplir con esta obligación, nace ENVALORA, un nuevo Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) promovido por los sectores de la química y los plásticos, para que las empresas, de forma colectiva, puedan dar respuesta a la nueva obligación legal”.
Por último, EsPlástico asegura que es necesaria una normativa armonizada a nivel europeo y recuerda que el pasado 30 de noviembre la Comisión Europea presentó una propuesta de Reglamento que va a modificar la Directiva de envases y residuos de envases. Durante toda la tramitación del Real Decreto el sector ha pedido que las medidas nacionales estuvieran armonizadas con Europa para evitar brechas en el mercado único y que España pierda competitividad con respecto a otros países.
“El Dictamen del Consejo de Estado ha sido especialmente crítico con algunas de las medidas impuestas en este Real Decreto, proponiendo su reformulación al ir más allá de lo impuesto en Europa y especialmente sobre las mayores necesidades de justificación de conformidad con el principio de proporcionalidad, mucho más ambicioso no solo en referencia a la posible afectación al principio de libre circulación de mercancías sino también, en relación con aquellas cargas o restricciones ampliadas a las europeas, que se imponen a los operadores económicos y que afectará a las Pymes y a los precios de los productos españoles. Por otra parte, la sustitución de unos materiales por otros en la cadena de valor dificultará el cumplimiento de los objetivos de reducir la cantidad de residuos procedentes de los envases”, asegura la organización.
De este modo, concluye que “los envases plásticos son los más regulados y seguros para los consumidores y ofrecen una combinación de características que ningún otro material puede ofrecer. Si se pretende reducir la cantidad de residuos procedentes de envases hay que fomentar medidas de reutilización y tratar de reducir el monouso, pero estas decisiones sobre materiales, especialmente los que se utilizan para envasar alimentos, deberían basarse siempre en el análisis de ciclo de vida y el criterio científico”.