La industria de alimentación y bebidas cerró el año 2020 con un «significativo» descenso del 5,3% en su facturación, lo que equivale a 129.854 millones de euros. Hasta 2022, el sector no espera que vuelvan a alcanzar las cifras previas a la pandemia.
«Este año no hemos podido superar los 140.000 millones de euros que teníamos previstos para este ejercicio. El escenario de limitación de la movilidad y los cierres de la hostelería han tenido un efecto señalado en la evolución de la demanda, que no ha podido ser amortiguado por el aumento del consumo de los hogares”, explica Mauricio García de Quevedo, director general de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), durante la presentación del Informe Económico 2020.
Sin embargo, la gran fortaleza del sector, las exportaciones, sigue demostrando su poderío. En 2020, las ventas al exterior de la industria alimentaria superaron los 33.000 millones de euros, siendo Francia (14%), China (11%) y Portugal (10%) los principales destinos.
Aunque se demuestra la solidez del sector español en el exterior, este crecimiento está muy apoyado en la demanda china de productos cárnicos, sin el cual, la industria acusaría la oscilación de los mercados internacionales y las limitaciones impuestas por el Covid-19.
España se sitúa como el cuarto país exportador de la Unión Europea, con más de 17.000 empresas exportadoras. En 2020, el número de industrias que se ha lanzado al mercado exterior ha crecido un 1,3%, especialmente pymes y micropymes.
El crecimiento moderado de las exportaciones (4,4%) y el descenso de las importaciones (6,2%) han provocado un crecimiento “notable del superávit comercial”, inyectando más de 12,6 millones de euros a las cuentas de comercio internacional español.
El directivo de la FIAB prevé que en 2021 las exportaciones mejoren. “Si 2020 fue un buen año para las exportaciones con todo el bloqueo que hubo, 2021 será mejor”.
La irrupción de la pandemia provoca un aumento del consumo de alimentos y bebidas en los hogares, así como en sus precios medios. Con cifras disponibles hasta el mes de noviembre de 2020, los gastos medios per cápita realizados en el hogar se cifran en 1.609 euros, 257 más que los registrados en 2019.
Además, el consumo en el hogar ha registrado un repunte del 16,15% y alcanzó los 71.319,9 millones de euros entre los meses de enero y noviembre, últimos datos disponibles. Si se tiene en cuenta la cesta de productos que componen el IPC, la presencia de los alimentos y bebidas creció hasta representar el 20,34%, lo cual refleja el cambio en los hábitos de consumo generados por la pandemia.
Descenso del empleo
La industria de alimentación y bebidas ha cerrado 2020 con un 1,1% menos de afiliados a la seguridad social, hasta alcanzar un total de 431.800 empleados, debido al impacto que la pandemia ha tenido en este segmento.
De este modo, se rompe “un largo ciclo de creación de empleo”, asegura García de Quevedo, que se muestra optimista con respecto a 2021, “si vuelve el turismo y se eliminan las restricciones al canal horeca en España”.
Parte de este optimismo también reside en el hecho de que la mayoría de los afectados por los ERTE en la industria alimentaria ya están volviendo al empleo. De hecho, de los 46.222 afectados en el mes de mayo, periodo de mayor incidencia, se redujo a 7.918 trabajadores en diciembre de 2020.
Además, la tasa de empleo femenino alcanza un nuevo récord, hasta situarse en el 38,7%, más de dos puntos porcentuales que en 2019. No obstante, los datos de la federación revelan también que en 2020 han desaparecido 8.000 empresas como consecuencia de la pandemia.