La exportación española de frutas y hortalizas frescas cerrará 2021 superando los 15.200 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4% respecto al año anterior. Además, comenzará 2022 con importantes retos, entre los que destaca el desarrollo normativo de la nueva PAC, la transición verde, la globalización creciente del mercado comunitario y el incremento de los costes.
Estas son las estimaciones realizadas recientemente por Fepex (Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas), basadas en datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales hasta el mes de octubre. Según la organización, en volumen la exportación de frutas y hortalizas frescas en 2021 aumentará ligeramente, un 1% con relación a 2020, totalizando 13,3 millones de toneladas.
El año que concluye ha estado marcado por la inflación de costes y la dificultad de trasladarlos a los precios de venta, en un escenario marcado por la pandemia. Ha sido también el primer año de Reino Unido fuera de la Unión Europea, lo que ha supuesto la adaptación a nuevas obligaciones documentales y controles exigidos por Reino Unido.
En política comercial, y con el fin de mantener la rentabilidad de las explotaciones españolas, Fepex considera determinante que la Comisión Europea reconozca el desequilibrio existente en el mercado comunitario con unas importaciones de frutas y hortalizas procedentes de países terceros de 17 millones de toneladas frente a unas exportaciones de cinco millones de toneladas. Este desequilibrio se agudiza cada vez más porque las importaciones no están sometidas a los mismos requisitos de producción, medioambientales y sociales que las producciones comunitarias, haciendo del modelo comunitario cada vez menos competitivo frente al de países terceros.
Además, la creciente globalización del mercado de la Unión Europea no va acompañada de una apertura real de nuevos mercados para los productores comunitarios. Los envíos fuera de Europa descienden y en el caso de España, la exportación extraeuropea hasta octubre de este año ha descendido un 11% totalizando 392 millones de euros, representando sólo el 3% del total.
En cuanto al consumo, con datos hasta agosto de 2021, ha descendido un 8% respecto al mismo periodo de 2020, ya que el año pasado creció fuertemente impulsado por la pandemia. El decrecimiento del consumo de frutas y hortalizas en los hogares con relación al año pasado vuelve a poner en evidencia que el Covid-19 y los confinamientos supusieron un fuerte impulso en la demanda. Sin embargo, comparando los datos de enero a agosto de este año con los del mismo periodo de 2019, se observa un 3% de crecimiento en el conjunto de la demanda, acorde con la sensibilidad creciente en el ámbito de la salud.