La densidad del comercio de alimentación en Castilla y León supera la media nacional, a pesar de la alta dispersión de la población. Además, el esfuerzo inversor en nuevas tiendas y reformas también es superior, alcanzando el 35% de los establecimientos.
Así lo ha dado a conocer este viernes Asucyl (Asociación de Empresarios de Supermercados de Castilla y León) que, junto con Asedas, (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados) han descrito el esfuerzo de las empresas de distribución alimentaria de proximidad para llevar una alimentación completa, variada y a precios competitivos a los ciudadanos de una comunidad extensa y poco poblada como Castilla y León.
En el marco de la reunión de las organizaciones territoriales de Asedas, que ha tenido lugar en Valladolid, José Daniel Posadas, presidente de Asucyl, ha subrayado que las empresas de supermercados de las zonas rurales facilitan la vertebración territorial y fijan población al ofrecer el servicio básico de alimentación y crear empleo.
La densidad de población en Castilla y León es la más baja de España (25,34 habitantes por kilómetros cuadrados frente a los 93,67 habitantes por kilómetro cuadrado, que es la media del país), lo que se traduce en un alto grado de dispersión territorial. A pesar de ello, el 81,8% de la población tiene establecimientos de gran consumo alimentario en su propio municipio. Y cabe destacar que, el 93% de estos, son poblaciones con menos de 10.000 habitantes.
Además, la densidad comercial en la Comunidad está ligeramente por encima de la media nacional. En Castilla y León existe una tienda de alimentación por cada 1.846 habitantes frente a la media de 1.875; todo ello en un territorio que cuenta con el 28% del total de los municipios que hay en España, pero alberga solamente el 5% de la población.
Estos datos, recogidos por la consultora Retail Data en referencia a establecimientos de gran consumo, dan una idea del esfuerzo vertebrador de las empresas de distribución alimentaria. La apertura de supermercados en el medio rural, que ha alcanzado el 46% en municipios con menos de 10.000 habitantes desde 2019, consigue acercar a la población una oferta de productos de alimentación y gran consumo en sus municipios, donde se puede hacer la compra a pie, o muy cerca, lo que reduce las distancias que se recorren en vehículo privado.
“La enorme extensión y dispersión demográfica de Castilla y León no está perjudicando la capacidad de elección y la oferta que reciben los clientes de esta región. Muy al contrario, el trabajo de las empresas de distribución hace que los habitantes tengan una oferta alimentaria de proximidad similar o incluso superior a la media de España”, dijo José Daniel Posadas.
La distribución alimentaria en Castilla y León destaca también por su fuerte esfuerzo inversor. Desde 2019 y hasta la fecha, entre aperturas y reformas de tiendas, se ha modernizado el 34,4% de la red comercial, mientras que la media nacional se sitúa en el 32,9%. Esto significa avanzar en eficiencia energética, en oferta de surtido, en proximidad, en servicio al consumidor y en la creación de empleo estable.
Ignacio García Magarzo, director general de Asedas, destacó, por su parte, la necesidad de proteger el modelo de distribución alimentaria que tenemos en España. A nivel nacional, más de la mitad de los 25.107 establecimientos del sector funcionan con fórmulas comerciales basadas en la proximidad. Muchas de ellas destacan por su arraigo local y provincial al ser empresas familiares que, gracias al soporte de la distribución mayorista y de las centrales de compra, generan competitividad, equilibrio y apuestan por productos locales.
“Es necesario que la sociedad tome conciencia de la importancia económica y social del modelo de distribución alimentaria representado por la distribución alimentaria de proximidad porque éste tiene derivadas importantes en términos de salud al garantizar el acceso de la población a una alimentación completa, de bienestar porque es un elemento de fijación de población en zonas rurales y de equilibrio territorial al asegurar el abastecimiento a cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Por ello, debemos defender el reconocimiento del carácter de sector esencial”, afirmó.