Tras un mes de febrero en el que en España mejoraron los indicadores de expectativas económicas, previsión de ingresos en los hogares y disposición a comprar de las familias, marzo muestra en el último informe GfK Clima de Consumo Europeo un retroceso en todos los valores.
Según explica la consultora, desde hace meses, la población de España y Europa se mantiene instalada de forma generalizada en valores negativos en todos los indicadores, y muy especialmente, en el que mide la disposición a realizar grandes compras. Sin embargo, desde octubre se venía observando una lenta mejoría en las expectativas económicas y en la previsión de ingresos en los hogares. Una tendencia alcista que se rompe durante el último mes en el cual los valores se estancan en Europa y descienden en España.
En concreto, las expectativas económicas en España bajan de la posición 16 a la 17 en el ranking de los 28 países analizados, al caer cuatro puntos y situarse en -25. España, de entre las principales economías del continente, es la que experimenta el mayor descenso, ubicándose nueve puntos por debajo del total de la UE. En contraste a lo anterior, la ciudadanía de nuestro país tiene una percepción menos sombría que Reino Unido (-31), Portugal (-34) y Francia (-41).
En cuanto a la previsión de ingresos, en marzo las familias han roto esa tendencia alcista. El indicador cae nueve puntos en la última medición, el descenso más acusado de todos los países estudiados, solo superado por República Checa. Aunque esta bajada sitúa el indicador en -22 puntos y que, en el ranking, España cae de la posición 11 a la 18, solo Italia tiene, con relación a las principales potencias económicas del continente, un valor menos negativo. Alemania (-24), Portugal (-29), Reino Unido (-39) y Francia (-45) presentan expectativas de ingresos peores que las de la población de nuestro país.
Y respecto a la disposición a comprar, después de una tímida mejoría de dos puntos en febrero, el indicador vuelve a bajar en marzo. Esta vez cae cinco puntos, hasta situarse en -39, siete por debajo del total de la Unión Europea (-32), haciendo que España descienda en el ranking de los 28 países analizados nuevamente de la posición 11 a la 18.
Desde octubre pasado, este indicador ha fluctuado en un rango de valores muy negativos entre -34 y -39, lo que indica que la población en España está decidida a renunciar a grandes compras, al menos, en el futuro inmediato. El encarecimiento de la financiación, sumada a la subida de las hipotecas y el aumento de los precios, junto a las malas previsiones de ingresos crean un entorno que desincentiva este tipo de adquisiciones.
De nuevo, España es el país que más cae comparativamente con las principales economías de la región. Es de hacer notar que, de los tres indicadores analizados, este es el que registra los valores más negativos también en Europa. Una docena de estados está por debajo de los -40 puntos y, de ellos, la mitad se ubica incluso por debajo de -50.
“Estos datos demuestran que no solo en España sino en toda Europa se puede esperar una contención del consumo como resultado esperado de las políticas monetarias del BCE para conducir la inflación al objetivo anual del 2% en la zona”, señala el equipo encargado de este informe.