Los platos preparados han ganado terreno en los hogares españoles en los últimos años. De hecho, solo en 2023, su consumo se incrementó un 2,9%, según datos de NIQ publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre), que destaca que una de las razones de este incremento radica, precisamente, “en el ahorro de tiempo y dinero que ofrecen, especialmente, en un momento en el que los presupuestos de las familias son cada vez más ajustados y su estilo de vida, cada vez más frenético”.
“Ante esta situación, los platos preparados resultan una solución ideal, ya que permiten disfrutar de una comida equilibrada en solo unos minutos, sin necesidad de pasar horas en la cocina. Esta significativa reducción en el tiempo de preparación del alimento resulta fundamental para quienes tienen jornadas laborales largas o cuentan con múltiples responsabilidades en su día a día”, detalla Álvaro Aguilar, secretario general de Asefapre.
Los platos preparados permiten planificar mejor el menú semanal, evitando gastos imprevistos, lo que permite a los consumidores ajustar al máximo su presupuesto, reduciendo el gasto en ingredientes que pueden echarse a perder por falta de uso. “Al estar pensados para ser ingeridos en el momento, las raciones están ya ajustadas para que el consumidor quede completamente saciado, disminuyendo aún más el desperdicio alimentario”, destaca Aguilar.
Asimismo, gracias a las numerosas alternativas existentes en el mercado, que abarcan desde productos elaborados con base cárnica o de pescado hasta alternativas vegetales, pasando por elaborados a base de legumbres, es posible llevar a cabo una alimentación variada y equilibrada de una manera cómoda, señala Asefapre.










