La Denominación de Origen Azafrán de La Mancha ha cerrado la campaña 2021 con una cosecha de azafrán de 346,8 kilogramos, una cifra que supone un 23,1% menos que el año pasado, en el que se recogieron 451,44 kilogramos, a pesar de contar con un 18% más de superficie cultivada que la media de los últimos ocho años. Sin embargo, la calidad de los productos se mantiene estable.
Los resultados están por debajo de las predicciones, pues es inferior en un 42,19% a la estimación realizada antes de la recolección. Para el Consejo Regulador, estos datos reflejan que la cosecha continúa con su tendencia a la baja, un problema para el que habrá que buscar las medidas correctoras más eficaces y eficientes. Ya que en el periodo 2014-2021, exceptuando la cosecha 2018 que fue excepcional, se constata un descenso medio del 66% en el rendimiento por hectárea.
No obstante, esta bajada de la producción no ha afectado a la calidad de la especia, que cumple con los estándares de calidad que exige el pliego de condiciones de la DOP.
El presidente de la DOP Azafrán de La Mancha, Carlos Fernández, ha anunciado que ante esta situación se va a impulsar desde la Fundación un estudio científico sobre las posibles causas y las medidas que se puedan adoptar para limitar su impacto. “Nuestro objetivo es aclarar los factores que están afectando a los rendimientos, si son accidentales o coyunturales, y buscar las opciones que ayuden a disminuir su impacto y que este sector siga siendo una opción interesante dentro de la agricultura de nuestra Comunidad Autónoma”, explica el presidente.
Este año, 214 de los 252 productores inscritos en el Consejo Regulador han formado parte del proceso de inspección que permitirá que su azafrán se comercialice bajo la marca de calidad diferenciada Azafrán de La Mancha.